Moyao señaló que sus trabajos de restauración del patrimonio cultural mexicano se hacen con respeto a los edificios para conservar su esencia original
José de Arimatea Moyao López, conocido como el arquitecto de los espacios de entretenimiento en México, ofreció la conferencia ‘Rescate del patrimonio arquitectónico y cultural de México’ en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde expuso sus trabajos más destacados en la restauración del patrimonio cultural y artístico del país.
El arquitecto mencionó la recuperación del Frontón México, que está ubicado en Plaza de la República, colonia Tabacalera, y es un edificio de estilo art déco construido por los arquitectos Teodoro Kinhard y Joaquín Capilla en 1929. El inmueble, considerado el frontón más largo del mundo (62 metros), permaneció cerrado 20 años.
Moyao explicó que se modernizaron sus instalaciones para hacerlo un espacio multifuncional, cuidando su capacidad acústica para que se puedan realizar conciertos y conferencias. Además, “hicimos una intervención de gran manufactura para conservar su estilo y la funcionalidad de su cancha, y adaptar un casino, un restaurante y otras amenidades”.
Otros de sus trabajos de restauración más importantes son los cines Metropólitan, de estilo neoclásico y art déco, ahora convertido en teatro; y el Orfeón, ubicado en el centro de la ciudad que actualmente se encuentra cerrado, pero fue el primero en donde se realizó el primer musical mexicano: ‘La bella y la bestia’.
El arquitecto mexicano también es responsable del rescate del Palacio de los Deportes, inmueble que fue construido por los arquitectos Félix Candela, Antonio Peyrí y Enrique Castañeda Tamborell, e inaugurado en 1968. Esta obra arquitectónica, perteneciente al movimiento racionalista, se caracteriza por su forma geodésica y su cubierta de cobre.
Actualmente, el Palacio de los Deportes se considera un ícono de la CDMX, y en él se llevan a cabo distintos espectáculos culturales, conciertos, exposiciones, entre otros.
José Moyao señaló que ha apostado por la reconversión del uso de los inmuebles artísticos para llevar arte y cultura a los mexicanos, y agregó que sus trabajos de restauración se hacen con respeto a los edificios para conservar su esencia original, como en el caso del Metropólitan, en donde domina el latón y los fondos dorados y negros, o el Orfeón, donde lo que predomina es el acero inoxidable.
Destacó que trabaja de acuerdo a lo que la ciudad demanda, pues antes había edificios que fueron creados con un propósito original, pero se han ido adaptando para darles un mejor uso, sin caer en cambios excesivos.
“Cada inmueble es un referente urbano que hay que conservar, como sucedió con el cine Teresa: antes fue un cine de lujo y luego se convirtió en un cine para adultos; hoy en día es un mercado de celulares. Lo interesante es que se han conservado varios elementos originales”.
El arquitecto aseguró que este tipo de rehabilitaciones contribuyen a que haya más turismo nacional y extranjero. “Estas reconversiones pueden salvar a las ciudades y convertirlas en destinos turísticos. El patrimonio arquitectónico debemos conservarlo cada uno de los que habitamos esta ciudad, así como sus visitantes”, concluyó.