Se solicitará que en la reconstrucción de monumentos históricos se apliquen las normas existentes, a fin de evitar cambios que afecten su valor arquitectónico
La Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, presidida por Sergio Mayer Bretón, avaló y aprobó dictámenes para reformar la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La primera reforma se realizará al artículo 51 de dicha Ley, con el objetivo de ampliar las sanciones al que se apodere de un monumento arqueológico, histórico o artístico sin consentimiento de quien puede disponer de él con arreglo de la ley.
De esta manera, se impondrá una sanción de entre cinco y 12 años de prisión, además de entre 3,000 y 5,000 Unidades de Medidas de Actualización (UMAs).
Asimismo, la Comisión aprobó un dictamen para reformar diversas disposiciones de la Ley antes mencionada, a fin de armonizar ese ordenamiento con la reforma en materia de desindexación del salario mínimo.
Además, se establecerá que cualquier intervención que se realice en bienes inmuebles considerados monumentos por declaratoria o por determinación de esta ley, que se ejecuten sin la autorización o permiso correspondiente, o que violen los permisos otorgados, serán suspendidas por disposición del instituto competente, y se podrá proceder a su demolición, restauración o reconstrucción.
Finalmente, la Comisión acordó solicitar a la Secretaría de Cultura y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que, en el proceso de reconstrucción o conservación de los monumentos históricos, se apliquen las normas existentes para cambios que afecten su valor arquitectónico e histórico.
De acuerdo con los diputados, lo anterior es debido a que es importante dar seguimiento a los casos identificados en los que, a partir de labores de conservación o restauración, se ve dañado irreversiblemente el propio monumento.
En otros temas, se avaló un dictamen para reformar el artículo 3 de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, con el propósito de considerar a la gastronomía mexicana como parte de la cultura nacional, y exhortar a las Secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Cultura a proponer, a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la inscripción del circo como patrimonio cultural de la humanidad.