Se desarrollaron servicios profesionales de arquitectura, diseño de interiores, paisajismo, gestión de proyectos, ingeniería estructural e ingeniería de servicios
El estudio de arquitectura Samyn and Partners ha diseñado, junto con la firma italiana Studio Valle, la nueva sede del Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea, misma que cuenta con un gran atrio de cristal en donde se reunirán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en las cumbres.
El actual edificio actual, fue planificado a finales de los años ochenta, cuando la UE tenía 12 Estados miembros, y está en uso desde 1994. Éste, no fue concebido para albergar reuniones de jefes de Estado o de gobierno, ni para 27 o más Estados miembros. Desde 2008, el número de reuniones de Jefes de Estado o de Gobierno en el Justus Lipsius se ha duplicado en promedio, y desde 2009 acoge cumbres entre la UE y terceros países.
El nuevo edificio, ubicado en el corazón del barrio comunitario de Bruselas y frente a la sede de la Comisión Europea, fue desarrollado en respuesta a la necesidad de aumentar la capacidad en el Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea a raíz de la introducción de los nuevos Estados miembros en 2004.
En su interior se esconde una sala central y un colorido techado en arcoiris, firmado por el artista belga Georges Meurant, que pretende alegrar a los políticos que gobiernan a más de 500,000,000 de europeos.
Philippe Samyn, principal arquitecto del edificio, señaló que lo que quería era crear una sala de reuniones alegre donde la gente que entra con problemas pueda tener algo de espacio para respirar.
Para llevar a cabo la nueva sede se desarrollaron servicios profesionales de arquitectura, diseño de interiores, paisajismo, gestión de proyectos, ingeniería estructural e ingeniería de servicios.
Tras la necesitad de reorganizarse para dar cabida a las sesiones del Consejo Europeo trimestrales y los bi-semanal del Consejo de la UE, así como otras conferencias importantes, en 2004 se puso en marcha una competencia para desarrollar un proyecto de arquitectura, seleccionando, en enero de 2005, a 25 equipos de diseñadores en cooperación con los edificios de la Agencia Belga.
Así, el 2 de septiembre de ese mismo año, el equipo de arquitectos e ingenieros compuesto por Philippe Samyn and Partners se adjudica el premio de una final de 6 competidores.
Las fachadas originales, así como las salas de entrada y los pasillos de la planta baja, aparecen hoy en día como parte del patrimonio cultural de Bélgica. De acuerdo con la normativa urbanística, el edificio se extiende en el lado noreste por dos nuevas fachadas para transformar su actual «L» en un «cubo».
Esta zona exterior se convierte en un atrio de cristal, que cubre la entrada principal, así como un nuevo volumen en forma de linterna, que se incorpora a las salas de conferencias.
La nueva fachada doble, hecha de un mosaico armonizado de ventanas de doble acristalamiento que proporciona una barrera acústica y también ofrece aislamiento térmico para el espacio interior.
De hecho, siguiendo las recomendaciones de la UE sobre el ahorro de energía, muchos edificios antiguos de toda Europa van a cambiar sus marcos de ventanas a doble acristalamiento en los próximos años.
El Consejo desea que este edificio sea, desde todos los puntos de vista, un ejemplo en lo que respecta al desarrollo sustentable, lo que se demuestra en muchos aspectos del diseño arquitectónico y técnico.
A modo de ejemplo, un paraguas de paneles fotovoltaicos para la producción de electricidad abarca tanto la parte moderna como las partes históricas, que simboliza también el vínculo entre el presente, el pasado y el futuro.
