El micrositio México en el Patrimonio Mundial expone una galería del amplio registro fotográfico sobre el patrimonio arquitectónico y cultural de San Luis Potosí que ha realizado Eduardo Meade
La Secretaría de Cultura del Gobierno Federal extendió una invitación a conocer la riqueza cultural y patrimonial del estado de San Luis Potosí, a través de la obra de Eduardo Meade del Valle, la cual se encuentra expuesta en la plataforma ‘México en el Patrimonio Mundial’.
En este sentido, la dependencia señaló que San Luis Potosí es el primer estado invitado dentro de esta plataforma concebida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Museo Regional Potosino, y El Colegio de San Luis, como una ventana para atisbar a los bienes mexicanos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial; así como a las expresiones que detenta en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Asimismo, detalló que en la galería dedicada al patrimonio potosino dentro del micrositio, los visitantes podrán apreciar lugares como el casco histórico de su capital, la cual se inserta en el Camino Real de Tierra Adentro, itinerario cultural reconocido por la UNESCO. De igual manera, indicó que la Huasteca Potosina aparece mediante una serie que retrata momentos característicos de las tradiciones ancestrales que componen su patrimonio inmaterial.
El artista
Eduardo Meade es un fotógrafo que lleva más de tres décadas documentando los monumentos, paisajes y vidas comunitarias, que conforman el inigualable patrimonio cultural de los 61 mil km² de superficie con los que cuenta San Luis Potosí. Su obra comprende imágenes de las cuatro regiones en las que se divide el territorio potosino: Altiplano, Centro, Media y Huasteca.
Al respecto, el fotógrafo sostuvo que cada zona del estado resguarda microrregiones a las que llega con la guía de los propios habitantes. Agregó, que muchas veces cuando emprende el regreso, sus informantes le comentan que le faltaron muchos aspectos por fotografiar:
“(…) ahí me doy cuenta que necesito cuatro vidas para registrar todo. Mientras más recorro San Luis Potosí, me doy cuenta de todo lo que desconozco. Siempre descubro un ángulo distinto sobre elementos que ya tenía registrados. Cada zona potosina posee un paisaje distinto, lo que implica también culturas diversas. El estado es una caja de sorpresas inextinguible, donde se imbrican gente, fiestas, ríos, cascadas, comida…, de todo ello es necesario dejar testimonio por su naturaleza cambiante”.
Reportajes
De igual forma, el artista ha realizado con su lente más de 130 reportajes dedicados a los ritos y ceremonias indígenas y mestizas, en los cuales demuestra su ángulo más directo y cercano, pues prescinde del telefoto y es fiel al precepto del célebre fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson acerca “del impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que atrapa el instante y su eternidad”.
Cada imagen que captura Meade hila el relato de un conocimiento ancestral, sea la comida huasteca a través de la elaboración del tamal gigante nombrado zacahuil, que en lengua náhuatl significa “con sabor a zacate”; los preparativos y el desarrollo del ritual de los voladores de Tamaletón, ofrenda de la comunidad teenek al dios del maíz Dhipaak; o el Xantolo, la particular tradición huasteca del Día de Muertos.
En cuanto al método de sus trabajos, Meade, precisó que es totalmente diferente el proceso de fotografiar lugares arquitectónicos como la Catedral de San Luis Potosí, a retratar manifestaciones culturales de las comunidades en la región como el personaje del diablo en la Semana Santa en Tamapatz (municipio de Aquismón).
En tal sentido, explicó que para registrar monumentos históricos se deben realizar visitas previas para considerar la posición y los tiempos en que la luz es más conveniente; mientras que en el segundo caso, lo importante es ser parte del momento que intenta capturar.
“Para registrar una festividad necesito adentrarme a los lugares y familiarizar con la gente, en particular con los mayordomos y los representantes de la comunidad para que autoricen mi presencia, también intento pasar lo más desapercibido posible a fin de que las acciones se desarrollen con naturalidad”.
Apoyo a las tradiciones
Finalmente, Eduardo Meade del Valle concluyó que se deben apoyar las festividades y rituales menos conocidos “porque cada uno es un microcosmos dentro de un universo mayor, y solo permanecen si logran trascender de una generación a otra. Muchos de los niños que vi participar hace 30 años, ahora son mayordomos y detentores de la tradición. Cada quien debe aportar su grano de arena para evitar perder lenguas, vestimentas, oficios; en parte, la intención de mis reportajes ha sido que los habitantes de San Luis Potosí se reconozcan en sus diferencias”.