La directora de Arquitectura del INBA dijo que es de suma importancia que como arquitectos vuelvan a apropiarse del espacio público
En días pasados se llevó a cabo el Coloquio Internacional Ciudad, arte y espacio público, en el Museo Tamayo de la Ciudad de México, en el cual participaron especialistas de Inglaterra, España, Estados Unidos y México.
La intención era reunir a profesionales que han trabajado espacios públicos poniendo en relevancia el beneficio de la ciudad y sus habitantes, para escucharlos y reflexionar sobre la nuestra.
Uno de los principales objetivos más importantes que tenía el encuentro era llegar a alumnos de Arquitectura de diferentes partes de la República, lo cual se cumplió en su totalidad.
Así lo indicó Dolores Martínez, directora de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), al resaltar los resultados obtenidos del Coloquio Internacional Ciudad, arte y espacio público.
En ese sentido, dijo que se tuvo acceso a público de la ciudad de Nuevo León y otras partes del norte del país, de quienes recibieron varios correos y comentarios; la mayoría fueron alumnos de Arquitectura.
La funcionaria señaló que como parte del resultado del coloquio, se pondrán en línea cada una de las mesas, en las que participaron paisajistas, urbanistas, arquitectos y artistas, y se trabajará en la transcripción de las ponencias, en coordinación con la Academia de Artes de México, para su difusión.
Asimismo, puntualizó que el intercambio de miradas fue muy positivo, desde la Academia de Artes de México, donde nació el proyecto, sumando al Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana y la Dirección de Arquitectura del INBA.
Resaltó que es de suma importancia que como arquitectos vuelvan a apropiarse del espacio público, además que tiene que repensar las relaciones ciudad, arte y espacio público de forma distinta.
Dolores Martínez aseguró que nunca es tarde para hablar de la ciudad y, sobre todo, del peatón, de recuperarnos como escala humana y repensar qué ciudad queremos.
Destacó que para ser arquitecto hay que amar a las personas, porque la arquitectura es un arte aplicado, en donde se comparten varios escenarios, donde se desarrolla la propia vida humana.
Por último, dijo que desde la Dirección de Arquitectura han buscado estos espacios, para poner en valor las ciudades y el patrimonio que tienen en ellas, las cuales tienen un encanto especial, sus trazas, sus valores
