México cuenta con 10 centros históricos declarados patrimonio mundial: Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Guanajuato, Morelia, Zacatecas, Campeche, Querétaro, Tlacotalpan y San Miguel de Allende
Hace 30 años, con la inscripción de los centros históricos de la ciudades de México, Puebla y Oaxaca en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el país dio inicio a una política que hasta el día de hoy intenta empatar la conservación del legado edificado de sus urbes con el crecimiento inevitable de las mismas.
Por tal motivo, recientemente una serie de expertos se reunieron en el II Encuentro de Centros Históricos, evento organizado por el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Autoridad del Centro Histórico.
Durante el evento, el antropólogo Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hizo un llamado a hacer uso real de los planes de manejo en que se asientan las acciones a corto, mediano y largo plazo para la adecuada preservación de estos espacios patrimoniales.
Asimismo, añadió que una evaluación puntual y permanente de las políticas patrimoniales, además del pleno funcionamiento de las normativas nacionales e internacionales, que les sirve de soporte, son acciones insoslayables para detectar y reducir los riesgos y las ineficacias, y también para fortalecer su correcta aplicación y desarrollo.
En ese sentido, el titular del INAH resaltó que esta institución acompañó a las autoridades de la Ciudad de México para la elaboración y entrega del Plan Integral de Manejo del Centro Histórico de la capital del país, previsto para el lapso 2011-2016; esto mediante la coordinación con la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, a cargo del arquitecto Francisco López Morales, figura detrás de la puesta en marcha de varios expedientes de bienes mexicanos que ahora forman parte de la lista de la UNESCO.
Además, refirió que la experiencia del INAH en esta materia, al recordar que a la inscripción de tres centros históricos en este prestigiado listado, en diciembre de 1987, precedió la presencia de México en la firma de la Carta de Venecia, en 1964; su integración como miembro del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), así como país firmante de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, de 1972.
Todo esto ha posibilitado que México cuente actualmente con una decena de centros históricos declarados Patrimonio Mundial: la Ciudad de México, nominación que también incluyó las zonas patrimoniales de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta; Puebla, Oaxaca, Guanajuato, Morelia, Zacatecas, Campeche, Querétaro, Tlacotalpan y San Miguel de Allende.
Jesús González Schmal, coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico, detalló que el programa de actividades del segundo encuentro se divide en cuatro mesas: La sostenibilidad del paisaje cultural y urbano histórico, y el desarrollo urbano en la transformación de los centros históricos; Densidad poblacional y vivienda; El marco legal y soporte institucional de los planes integrales de manejo, y El reto de la participación ciudadana.
Por su parte, la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho Camacho, comentó que el objetivo central de este encuentro, que finalizará el sábado 9 de septiembre en el Centro Cultural del México Contemporáneo, es revisar a partir de experiencias útiles, lo efectuado hasta ahora en las ciudades que son Patrimonio Mundial.
En ese sentido, señaló que los múltiples actores que participan de este encuentro convergen para conservarlas vivas, plenas de actividad, sin detrimento de sus valores patrimoniales, de ahí la importancia de aterrizar acciones que vayan acompañadas de una amplia difusión que involucre a la ciudadanía.
Al respecto, el subsecretario de Gobierno de la Ciudad de México, Guillermo Orozco, mencionó que los programas y proyectos que están en marcha en la capital de la República en este 2017, suman más de 500 millones de pesos de inversión por parte de dicho gobierno.
Además, se ha intentado poner al día al centro histórico de la capital del país en términos de la movilidad que requiere, privilegiando al peatón, razón por la que para el Zócalo se destinaron 150 millones de pesos.