De acuerdo con el estudio, la Biblioteca de Beijing cuenta con el espacio de lectura climatizado más grande del mundo
El estudio de arquitectura noruego Snøhetta inauguró la Biblioteca de Beijing, en China, uno de los proyectos arquitectónicos más esperados para este 2024, que se convertirá en un espacio único para el aprendizaje y el intercambio de conocimientos en la escena cultural de la ciudad.
Al diseñar la Biblioteca, Snøhetta no solo la concibió como un depósito de libros, sino también como un centro de aprendizaje, cultura y comunidad. Además, la firma reinventó el concepto de las bibliotecas para explorar su potencial para fomentar una ‘conexión emocional entre los libros, las personas y el paisaje natural más allá’.
De esta manera, el recinto cuenta con áreas para conferencias, exposiciones, actuaciones y la restauración de libros antiguos, así como con el espacio de lectura climatizado más grande del mundo y otras instalaciones pensadas para convertirlo en uno de los destinos culturales más importantes de la ciudad.
Asimismo, el diseño de la Biblioteca de Beijing fusiona la arquitectura con el paisaje natural de su entorno, pues sus terrazas escalonadas y curvadas reflejan el paisaje del cercano río Tonghui. Dichas terrazas funcionan como una zona informal para relajarse, conversar o leer mientras se mantiene conectado con el espacio más grande.
En su centro, la biblioteca cuenta con un foro de 16 metros de altura que da la bienvenida a los visitantes y sirve como la arteria principal del edificio. Este espacio se encuentra rodeado de áreas de lectura semi-privadas más pequeñas integradas en las ‘colinas’.
Además, un elemento característico de la Biblioteca es su techo tipo dosel inspirado en los árboles de ginkgo, que permite la entrada de luz natural a través de las pequeñas aberturas entre los ‘pétalos’.
Y, adicionalmente, el proyecto incorpora tecnologías para minimizar su huella de carbono incorporada y operativa y, de esta manera, abordar los desafíos climáticos.
De igual manera, emplea componentes modulares con una cuadrícula estructural racionalizada para reducir los residuos de fabricación, y sus columnas están equipadas con tecnologías de control del clima, incluida iluminación, control acústico y recolección de agua de lluvia.
“El papel que juegan las bibliotecas en la sociedad y la forma en que las personas las utilizan ha cambiado en gran medida. Ahora se necesitan para funcionar como espacios comunitarios vibrantes, que permitan la interacción social y el intercambio de conocimientos”, señaló Robert Greenwood, socio y director de Asia Pacífico en Snøhetta.
