Alejandro Aravena indica que el objetivo es descartar una excusa más para qué los mercados y los gobiernos no se mueven en esta dirección para hacer frente al desafío de la rápida urbanización masiva
El pasado lunes el arquitecto chileno Alejandro Aravena recibió el Premio Pritzker 2016, considerado como el Nobel de Arquitectura, en una ceremonia que se llevó a cabo en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.
Durante el evento, se resaltó el compromiso social de la creación artística de Aravena, quien se hizo acreedor a este galardón debido a su gran trayectoria, en la que ha destacado por ser un profesionista enfocado en dejar a un lado el estereotipo de arquitectura, que cree que solamente proyectos sofisticados y de gran magnitud deben ser reconocidos.
A lo largo de su trayectoria, el arquitecto chileno ha entregado obras de excelencia arquitectónica en su país de origen y en el extranjero, pero una de las características que lo diferencian de otros, es su preocupación constante por hacer proyectos de interés público e impacto social que ayuden a resolver grandes problemas urbanos como es el caso de la vivienda, el espacio público, la infraestructura y el transporte. Ejemplo de ello son las más de 2,500 unidades de bajo costo de vivienda social que ha diseñado la firma que dirige: Elemental.
Alejandro Aravena, tras su premiación, ha liberado 4 proyectos de vivienda social, con diseños diferentes, que persiguen los mismos objetivos y principios, y que a partir de ahora son de conocimiento público.
El objetivo es dejar un código abierto que sea capaz de descartar una excusa más para qué los mercados y los gobiernos no se mueven en esta dirección para hacer frente al desafío de la rápida urbanización masiva.
Estos diseños pueden requerir ser ajustados para cumplir con las regulaciones locales y los códigos estructurales, siguiendo las realidades locales y el uso de materiales de construcción pertinentes, pero son los conocimientos que han demostrado ser beneficiosos para las comunidades y que se han implementado para aceptar las limitaciones presupuestarias y de política muy apremiantes.
Aravena explica que de los 3,000 millones de personas que viven en las ciudades de hoy, 1,000 millones está bajo la línea de la pobreza. Para el año 2030 de los 5,000 millones de personas que van a vivir en las ciudades, 2,000 millones van a estar bajo la línea de la pobreza.
Lo anterior, significa que se tendrá que construir una ciudad de 1,000,000 de personas por semana con 10,000 dólares por familia, pero dada la magnitud de la escasez de vivienda, no se resolverá este problema a menos de añadir propia capacidad de recursos y la creación de la gente a la de los gobiernos y de mercado.
Es por eso que Aravena, junto con su firma Elemental, han pensado en poner en marcha un sistema abierto capaz de canalizar todas las fuerzas disponibles en el juego, para que de esta manera la gente sea parte de la solución y no parte del problema.
Para descargar los proyectos solo dirígete a esta página: http://www.elementalchile.cl/projects/abc-of-incremental-housing/