El INAH tiene el catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles; en él se encuentra la Alameda de Santa María la Ribera y su Kiosco Morisco por sus valores históricos y arquitectónicos
En las inmediaciones de la Alameda de Santa María la Ribera se colocó una estatua publicitaria de la marca mexicana Bimbo. Por tal motivo, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como autoridades del Gobierno de la Ciudad de México exhortaron a la alcaldía Cuauhtémoc para su retiro de manera inmediata.
Para poder hacer alguna intervención o cambio en la Alameda, de cualquier tipo se debe presentar el proyecto del cambio al INAH y con él hacer una solicitud para que se evalúe si es acreedor a la autorización o no. Esto, ya que, de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, dicho instituto es el encargado de “la protección, salvaguarda y conservación de los monumentos, colindantes a estos, y las zonas de monumentos históricos con valor patrimonial”.
Las solicitudes para cambio deben hacerse para cualquier sitio o zona arqueológica que estén bajo resguardo del INAH; esto se estipuló en la antes mencionada ley desde el año 1972. Sin embargo, la alcaldía Cuauhtémoc no solicitó ni informó acerca de la colocación de la publicidad; por lo que el 13 de junio el objeto fue retirado.
Te puede interesar GCDMX presenta publicación sobre la historia de la Alameda Central
Alameda de Santa María la Rivera
El ingeniero mexicano José Ramón Ibarrola realizó una única obra arquitectónica en 1884, llamado kiosco Morisco; hecho con el propósito de funcionar como pabellón mexicano en la exposición internacional en Nueva Orleans de ese mismo año; además en la feria mundial de París de 1889 y en la Feria de San Luis Missouri en 1904. Al cumplir su función, fue traído de vuelta a México y colocado en la Alameda Central; sin embargo en 1910, fue cambiado a su actual y definitiva ubicación.
La Alameda de Santa María la Rivera obtuvo el título de alameda en 1910, al ser el primer jardín público fuera del centro de la ciudad. Dos años después se colocó una escultura en bronce de Miguel Hidalgo; este espacio cuenta con elementos de un alto significado a nivel simbólico y de identidad que debe conservarse.
Después de la falta de solicitud por parte de la alcaldía Cuauhtémoc y el retiro de la publicidad, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH reiteraron su compromiso para tener “un diálogo permanente y una relación más cercana con los distintos órdenes de gobierno”. De esta manera, garantizan la protección y el responsable y respetuoso de los espacios y bienes patrimoniales que tienen un alto valor cultural e histórico.