Hablará sobre la vida del arquitecto creador del Palacio de Bellas Artes, presentará imágenes inéditas y planos nunca antes mostrados, pertenecientes a un archivo privado
Este miércoles 20 de septiembre, en punto de las 19:00 horas, el arquitecto Rafael Fierro Gossman impartirá la conferencia ‘El Palacio de Boari‘, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en donde el profesional mostrará imágenes inéditas y planos nunca antes mostrados, pertenecientes a un archivo privado.
El especialista en la arquitectura mexicana del periodo posrevolucionario y en la figura de Adamo Boari, hablará, en un primer término, sobre la vida del arquitecto italiano, dónde nació, cómo era el mundo en su época, porqué le gustaba la ópera y su vida en Chicago; continuará con su llegada a México y cómo fue que le encomendaron el proyecto del Teatro Nacional, en el que empezó a trabajar en 1903.
Cabe recordar que en septiembre de 1917 el edificio del Teatro Nacional era una construcción desatendida, aunque el exterior estaba prácticamente terminado, por lo será sobre este tema y este edificio del que hablará Fierro Gossman, mostrando lo que hace un siglo era el diseño del arquitecto Adamo Boari para la Ópera de México, y que hoy conocemos como el Palacio de Bellas Artes, mismo que fue concluido y rediseñado al interior por el también arquitecto Federico Mariscal, e inaugurado el 29 de septiembre de 1934, hace casi 83 años.
El arquitecto Rafael Fierro explicará de manera amplia cada una de las partes que conforman la monumental construcción, para saber quiénes hicieron la estructura, las esculturas y cada detalle del edificio, así como recordar cómo era el proyecto original, cuya construcción fue abruptamente interrumpida en 1911 luego de la renuncia del presidente Porfirio Díaz.
La historia narra que Adamo Boari instaló la maquinaria teatral de la Sala Principal y abandonó el país en marzo de 1916, pero dejó el edificio en manos de la SCOP, entregando 1,095 planos y plantillas, seis grandes maquetas en yeso y fotografías del proceso de construcción, además de modelos de ornato y muestras para los decorados en bronce y madera.
Fue hasta 1931 que se reanudaron los trabajos, y aunque la parte de afuera estaba prácticamente terminada, Ignacio Mariscal, encargado de continuar el proyecto, cambió las cúpulas que originalmente serían vitrales para que pasara la luz y quitó muchas de las esculturas que ya estaban proyectadas. Al interior, modificó barandales y acabados que ya existían, puso mármoles mexicanos para hacerlo más nacionalista y cambió la escalera. Del estilo nouveau del exterior pasó al déco en el interior.