Desde hace unos años, cada vez más personas prefieren elegir quedarse en su casa antes de ir al cine, por la comodidad que produce poder ver las películas favoritas en su casa, en compañía de familiares y amigos. Hace unos años, que esto fuera una competencia real contra el cine hubiera sido ridículo, pero las avanzadas tecnologías audiovisuales, sumadas al auge de las plataformas de streaming han hecho que esta sea una alternativa cada vez más elegida.
Para poder armar nuestro propio cine, debemos empezar por la elección del elemento principal: la pantalla. Y a grandes rasgos, nos encontramos con dos tipos: un televisor de última generación (mientras más grande sea mejor, buscando como base, una pantalla 60 pulgadas) o una pantalla con un proyector, al estilo del cine tradicional.
¿Por qué deberías comprar un televisor en vez de un proyector?
Son varias las ventajas que puedes tener, si estás pensando en instalar un cine privado en una habitación de tu hogar, si eliges un televisor en lugar de un proyector. Un Smart TV con pantalla 60 pulgadas con resolución 4K nos hubiera hecho dudar mucho en otro momento en relación a su precio, pero en los últimos años, este se ha reducido considerablemente, motivado por la competencia entre las diversas compañías de tecnología. Incluso actualmente, modelos de ese tamaño están dentro de las medidas estándar hoy en día.
Razones para elegir un televisor por sobre un proyector
Fácil instalación y uso
Los televisores están diseñados para ser de fácil instalación para cualquier persona y son elementos muy intuitivos, por lo que su uso también es sencillo. Solamente deberás colocarlo sobre una base o sobre la pared, conectarlo a una fuente eléctrica y lego de esto ya puede ser utilizado.
Adaptable a cualquier sala
Un televisor requiere menos cosas para poder funcionar de manera efectiva. Es una buena alternativa para cualquier sala, sin importar el tamaño y la luz que haya, ya que la iluminación propia del dispositivo alcanza. Tampoco es necesario que tengas que tener la pared completamente vacía para depositarla, sino que puedes poner un mueble que cuente con espacio para el televisor en su interior.
Versatilidad
Los televisores cuentan con soportes incluidos para depositar al mismo sobre un mueble, pero no es necesario que se las instale, ya que se puede poner fijo a la pared, o ensamblarlo a un soporte móvil para poder darle distintos usos. De esta manera, podrás utilizar el mismo dispositivo como pantalla para una videoconferencia si tienes una reunión, para luego moverlo a la sala de estar para ver alguna serie, dándole más funciones posibles a un mismo equipo solamente por integrarlo a un soporte con ruedas.
La inclusión de la tecnología Smart
Si compraras un proyector, tendrías que tener una conexión que transmita desde una computadora a un proyector, como puede ser un cable HDMI. En televisores que tienen algunos años, puede adaptarse esta funcionalidad utilizando aparatos como Google Chromecast o Xiaomi Mi Box. En el caso de los Smart TV, el sistema inteligente viene integrado de fábrica y podrás descargar aplicaciones como Youtube, Netflix, Star+, o compartir pantallas fácilmente.
Mejor color por defecto
Al no depender del brillo de un elemento externo como un proyector, el televisor cuenta con mejores colores, brillo y un contraste más efectivo a la hora de ver una película o una serie en cualquier circunstancia de iluminación. Todo esto significará una mejor calidad de imagen.
No es necesario adquirir dispositivos de audio por separado
Se pueden adquirir altavoces para darle un sonido más amplificado a tu televisor, pero no es obligatorio para poder escuchar aquello que reproduzcamos, ya que los televisores tienen sus propios altavoces integrados, que, en la mayoría de los casos, suelen ser bastante efectivos.
Todo lo que necesitas tener para instalar un cine con proyector en tu hogar
El organizar un cine en tu casa es sencillo, tanto si quieres remodelar el que tienes u organizar uno sabiendo que cuentas con el espacio, si cuentas con los elementos necesarios.
Ubicación
Una de las formas más efectivas y económicas de organizar tu propio cine en casa es utilizando un espacio vacío de tu habitación o de tu sala de estar. Lo más importante de esto es que el lugar que elijas tiene que ser lo suficientemente amplio para poder estar sentado allí sin que haya nada molestando la visión de los espectadores.
Selecciona las superficies
Elegir comprar un proyector y usar una pared como superficie sobre la que se vaya a proyectar es la manera más económica de hacer tu cine privado, pero no tendrás la misma respuesta en todos los fondos. El ideal sería usar una pared blanca y lisa y lo suficientemente grande para hacer una proyección en unas dimensiones de, al menos 100 pulgadas para que se sienta realmente como un cine.
En caso de que no tengas una pared en estas condiciones, lo mismo se puede resolver con una pantalla de proyección. Las hay para empotrarse en la pared, enrollables, fijas o con un trípode instalado para una mejor elección de los lugares desde donde vas a ver la película.
El proyector
El dispositivo con el cual transmitirás será clave a la hora de ver tus películas, programas de televisión o jugar videojuegos. Los proyectores que podrás adquirir están diseñados especialmente para ser usados en habitaciones pequeñas, como salas de reuniones, salones o cuartos. Su funcionamiento es por medio del muestreo de imágenes de alta calidad en dimensiones más grandes que de la forma en que se verían en una pantalla convencional.
El proyector que utilices dependerá de las condiciones que haya en tu cine privado. Por dar un ejemplo, para transmitir de manera correcta una película sobre una pared o en una pantalla de una dimensión muy grande, requerirá un proyector de alta resolución, brillo y contraste.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de elegir un proyector para tu hogar?
- Brillo: el nivel de brillo determinará la claridad de la imagen en distintas condiciones de iluminación. A mayor brillo haya en la habitación, más necesario será que el brillo del proyector sea más potente.
- Resolución: la mayoría de los proyectores se dividen entre los HD, Full HD y 4K, siendo los primeros de calidad 720p y los segundos, de 1080p. La resolución indica la calidad con la que la imagen saldrá proyectada y mientras más alto sea, se verán más detalles con nitidez.
- Conexión: los conectores para el proyector son varios, siendo los principales los puertos HDMI, USB y las entradas de audio. Podrás conectar estos a tu dispositivo transmisor, puede ser una laptop o algún elemento similar, para poder reproducir tu película o serie favorita.
- Dimensiones de contraste: el contraste es lo que define la diferencia entre los tonos más oscuros y los tonos más claros de una imagen. A mayor contraste entre estos dos extremos, el proyector podrá proporcionar imágenes más vívidas y de mayor profundidad.
- Altavoces: finalmente, además del proyector en sí, es muy probable que el sonido del dispositivo transmisor no sea lo suficientemente fuerte para reproducir correctamente la película que estás intentando ver, por lo que es una gran idea complementar esto con altavoces, barras de sonido o auriculares inalámbricos para una experiencia más inmersiva.
PAA
¿Qué se necesita para hacer un cine casero?
Lo que necesitas para hacer un cine casero es contar con el espacio suficiente para que sea cómodo, una pared blanca o una pantalla proyectora y un proyector o un televisor de buen tamaño.
¿Es mejor armar un cine con proyector o con televisor?
Esto dependerá de muchas cosas, el proyector es la alternativa más económica y la que más se asemeja visualmente al cine tradicional. Mientras que los televisores de última gama tienen a su favor no necesitar conectar a otro dispositivo para transmitir una película, ya que su función Smart le permite acceder a catálogos de películas y series de muchas plataformas de streaming. Además, no necesita de altavoces adicionales para tener un sonido, al menos, aceptable.
¿A qué debo prestar atención a la hora de comprar un proyector?
Deberás prestar atención a los niveles de brillo, a la resolución en la que está habilitado a reproducir y al contraste que puede ofrecer entre los puntos más claros y más oscuros de una imagen.