Con la instalación de ‘La Joven de Amajac’, el GCDMX busca que los capitalinos recuerden su origen y reasignen importancia que tiene la figura femenina en la historia
Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno, informó que la escultura de ‘La Joven de Amajac’ reemplazará a la escultura de Cristóbal Colón en Avenida Paseo de la Reforma; esto con el objetivo de reivindicar a las culturas originarias. El anuncio forma parte de la conmemoración por el Día Internacional de la Lengua Materna,
Durante una ceremonia en el Templo Mayor, la mandataria capitalina indicó que durante su administración, el Gobierno de la Ciudad de México busca reconocer, preservar y promover el uso de lenguas de los pueblos originarios de nuestro país.
En ese sentido, la jefa de Gobierno explicó que con el cambio de esculturas en la vialidad, su administración también pretende reivindicar a las figuras históricas que han sido olvidadas y violentadas.
“La Joven de Amajac es una joven que fue descubierta su figura en Veracruz, el 1o. de enero del 2021; una mujer indígena que representa justamente a las mujeres que durante tantos años –y hoy Día de la Lengua Materna–, se les prohibió la voz”, subrayó.
De modo que, con el cambio Sheinbaum busca que los capitalinos no olviden el origen del que vienen; además de que le devuelvan importancia al papel de la mujer a través del tiempo.
“El cambio de énfasis que implica este monumento nos ayuda a recordar el origen, nuestro origen; nos ayuda a colocar a la figura femenina como protagonista de un pasado que le ha sido negado. Reasignarle el lugar a la mujer en el curso de la historia, implica también reivindicar su lugar de hoy y, particularmente, a las miles, millones de mujeres indígenas de hoy”, señaló.
Preservación de las lenguas indígenas en México
Por su parte, Alejandra Frausto Guerrero, titular de la Secretaría de Cultura de la CDMX resaltó que la diversidad lingüística del país cuenta con 68 lenguas indígenas y cerca de 364 variantes. Dichas lenguas han resistido el paso del tiempo gracias a que los núcleos familiares han transmitido el conocimiento por generaciones.
“A las lenguas hay que darles su lugar, hay que darles su sitio, hay que amarlas, hay que cuidarlas (…) Durante mucho tiempo se pensó que esa diversidad lingüística, que esa diversidad cultural era algo a vencer, era algo a homogeneizar, cuando ahí radica nuestra mayor riqueza, cuando ahí radica la potencia cultural que somos frente al mundo”, comentó.