Nunca ha sido fácil ahorrar para las familias mexicanas. En primer lugar es necesario llegar al final del mes con saldo en la cuenta, luego de cubrir los gastos cotidianos y pagar las deudas pendientes. Recién superada esa etapa es que se puede empezar a planificar la forma de inversión más conveniente.
No se trata de una cuestión secundaria si se tiene en cuenta que, en enero de 2020, antes de sufrir los embates de la pandemia, ocho de cada 10 personas en el país tenían algún tipo de deuda (de origen bancario, con un amigo o con una tienda departamental).
En promedio cada uno debía 10 veces más de lo que gana y en la mayoría de los casos se les dificulta cumplir con el pago de sus obligaciones en tiempo y forma. Más de un año después el panorama no pareciera haber mejorado si se tiene en cuenta que las condiciones económicas se mantienen inestables y que muchas familias han visto reducidos sus ingresos con motivo del cierre de varios negocios y de los altibajos en los niveles de desempleo.
Ahora bien, aquellos que logran contar con un margen de capital buscan la manera de protegerlo de los vaivenes de un contexto que nos ha demostrado cuán impredecible puede ser. Por este motivo varias empresas relativamente nuevas han recaudado altos montos de inversión originados en quienes buscan hacer crecer su capital. Para quienes optan por esta alternativa, los profesionales recomiendan no dejarse llevar por temores que puedan surgir en ciertas ocasiones. Por ejemplo, al adquirir una acción a un precio alto, a veces ataca la ansiedad por venderla al ver que su valor disminuye levemente, cuando hay que tener en cuenta que actualmente los mercados se están recuperando.
En el caso de las personas más conservadoras, que suelen acudir a herramientas tradicionales de ahorro, una buena idea sería comparar las inversiones a plazo fijo con otras opciones tal vez un poco más arriesgadas, para evaluar su conveniencia. Por ejemplo, frente al incremento inflacionario no solo en México sino también en Estados Unidos, el público que apuesta por criptomonedas ha ido aumentando día a día, no solo a modo de inversión sino también para conservar valor o enviar dinero a lo largo del mundo.
El boom de las cripto se refleja en los números. Compañías que se dedican a la compra venta y uso de estos bienes de valor, como Bitso, han reportado que en el último trimestre de 2020 procesaron más de dos mil 100 millones de dólares, lo que implica un crecimiento del 85%. El principal atractivo de este mecanismo de inversión radica en el hecho de que cualquier persona con un smartphone, descargando una billetera electrónica, puede ingresar en el “negocio”, y que no hay mínimos para comenzar. Incluso para hacer la prueba y aprender es posible ingresar con 100 pesos.
Por supuesto, siguen vigentes alternativas que generan menos lucro pero son más seguras, como la adquisición de inmuebles. El mayor obstáculo es contar con el capital suficiente para poder llegar a concretarlo.