La Agenda 2030 señala la erradicación de la pobreza como el objetivo fundamental
El 17 de octubre de 1987, más de 100,000 personas se reunieron en la plaza del Trocadero, en París, donde proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto. A partir de entonces, se conmemora anualmente ese día como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
En ese mismo lugar, pero en 1948, se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos como homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre; los principios se inscribieron en una losa conmemorativa, de la cual se han hecho réplicas en otras partes del mundo, donde las personas se reúnen cada año para renovar su compromiso y mostrar solidaridad con los pobres.
Actualmente, más de 800 millones de personas en el mundo aún viven con menos de 1.25 dólares al día, y muchos de ellos carecen de acceso a alimentos, acceso a agua potable y saneamiento adecuados, esto según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Por ello, el compromiso de luchar contra la pobreza se ha manifestado también en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que señala la erradicación de la miseria como el objetivo fundamental y obliga a todos los países a combatirla mediante estrategias que garanticen el ejercicio de los derechos humanos.
