Durante la ceremonia se resaltó la importancia de la equidad de género en materia financiera, pues representan una oportunidad de impulso a la economía
Grupo Bolsa Mexicana de Valores (Grupo BMV) junto con ONU Mujeres y Pacto Global, participan por sexto año consecutivo el ‘Ring the Bell for Gender Equality’. Esta iniciativa reafirma el compromiso de estos organismos para impulsar la equidad de género en el sector financiero y empresarial en México.
Para llevar a cabo dicho objetivo, BMV se une a más de 100 Bolsas de Valores y Contrapartes Centrales de Valores; de esta forma, se fomenta la equidad de oportunidades en diversos países. Al tiempo que se promueve la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la adhesión a los Principios de Empoderamiento de la Mujer (WEPs, por sus siglas en inglés) desarrollados por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Este año, el trabajo de estas organizaciones se enfoca en ‘Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad’. Por ello, en conjunto, enfocarán sus esfuerzos en generar espacios inclusivos, fomentando la transparencia en políticas de género que se adhieran a los Principios de Empoderamiento de la Mujer de la ONU.
La importancia de la equidad de género en la economía
Al encabezar el campanazo, José-Oriol Bosch, director general del Grupo BMV, recordó que desde el 2019, BMV ha realizado acciones en materia de equidad de género debido a que el Grupo reconoce la importancia de financiar el empoderamiento económico de las mujeres.
“En GBMV estamos convencidos del gran papel que tienen las mujeres mexicanas y de todo el mundo en la transformación y desarrollo de las empresas y del mercado bursátil. Promover la equidad de oportunidades y el gran talento y liderazgo de las mujeres alrededor del mundo es la clave para crear verdadero valor sostenible tanto para el sector bursátil como para el mundo”, comentó.
En su participación en la ceremonia, Galia Borja Gómez, subgobernadora del Banco de México, resaltó que, en los últimos años, las diversas Bolsas de Valores han emitido bonos destinados a la inclusión financiera, el impulso a la creación y cuidado de puestos de trabajos para mujeres y la promoción de estas a puestos de toma de decisiones o alto rango.
“Los mercados de valores juegan un papel relevante para fomentar la inversión en las mujeres, por ejemplo, a través de la emisión de bonos de género. En el caso de México encontramos emisores cuyos recursos acumulan cerca de 40,000 millones de pesos, desde su primera emisión en 2020, y se han destinado a programas para impulsar la inclusión financiera, el emprendimiento, la mayor participación en puestos directivos y consejos de administración, así como la formación de capital humano. Por nuestra parte, el Banco de México ha publicado en su reporte de Estabilidad Financiera que, con el aumento en el porcentaje de mujeres en las carteras crediticias, disminuye el riesgo crediticio y mejora el perfil de pagos”, resaltó.
Por su parte, Lourdes Colinas, oficial nacional de ONU Mujeres México, resaltó que el financiar proyectos de equidad de género representa una apuesta inteligente, pues las mujeres tienen la capacidad para impulsar una economía fuerte.
Por el contrario, existe una alarmante falta de financiamiento dirigido a mujeres, lo cual genera un déficit de 360,000 millones de dólares (mdd), por lo que es necesario contar con más y mejores productos financieros.
“Estamos en un punto crítico para alcanzar la Agenda 2030, financiar iniciativas para la igualdad de género es una decisión económica inteligente y representa la oportunidad para avanzar hacia sociedades más igualitarias y más inclusivas. Reconocemos el rol crucial de las Bolsas de Valores para acelerar el progreso en materia de sostenibilidad e igualdad, tanto a nivel interno, como a nivel de los mercados y de las propias comunidades”, comentó.
Finalmente, Colinas resaltó que es necesario generar las condiciones necesarias para que más mujeres puedan unirse a la fuerza laboral, pues la próxima generación de mujeres invertirá a la semana alrededor de 12 horas más en labores del hogar y no remuneradas que los hombres.