Las obras de Javier Senosian se caracterizan por combinar, en todo momento, la arquitectura con la naturaleza. Y es que, para el arquitecto, cada construcción respeta al máximo la región natural de las edificaciones orgánicas que realiza.
Durante una conferencia organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI), Javier Senosiain afirmó que sus proyectos parecen salidos de una película de ciencia ficción, pues combinan lo antiguo con lo vanguardista.
Aseguró que esas construcciones obedecen a cuestiones ambientales, físicas y psicológicas del hombre, canalizadas a la historia y el tiempo de los hábitats. En tal sentido, mostró ejemplos de su trabajo, como ‘El tiburón’, ‘Ciudad verde’, ‘Casa amiba’, ‘Parque Quetzalcóatl’, ‘Casa orgánica’, ‘Sarape y sombrero’, ‘El león de Moctezuma’ y ‘Oasis productivo’, entre otras.
«A diferencia de la arquitectura, en la naturaleza casi todo es curvo. Como en el universo o el macrocosmos, todo gira en espiral, desde las moléculas del DNA hasta las grandes galaxias. A mí me gusta convivir con lo natural y seguir muchas de sus reglas», señaló el especialista.
Durante la conferencia, el arquitecto dijo que los actuales estudiantes no deben perder de vista tres conceptos vitales que muchas veces los profesores hacen que pierdan: la libertad, la creatividad y la espontaneidad.
