Por Alfonso Luis Penela Quintanilla
Una de las necesidades fundamentales del ser humano es el origen de la agrupación social y por lo tanto de la ciudad. Es ahí, en el origen conceptual donde debemos encontrar la razón de ser de la RESILIENCIA y la PROSPERIDAD URBANA.
Para satisfacer las necesidades de alimentación, reposo y abrigo se requiere de la seguridad que ofrece la vivienda, como célula básica de la ciudad. Es en la vivienda donde se gesta y desarrolla la base social que es la familia, de ahí la importancia de conceder a la vivienda todos los atributos posibles de seguridad:
- Seguridad jurídica, que permita tener PAZ y constituir un entorno de pertenencia.
- Seguridad estructural, capacidad de resistir los embates del medio físico.
Estos dos conceptos de seguridad propician atributos de cobijo y confort, en un primer término para poder posteriormente acceder a valores estéticos, que traerán aparejados temas de estatus social y por lo tanto deseabilidad en la comunidad.
Todo lo anteriormente descrito se ve materializado en nuestra sociedad en un valor económico de cambio, es decir en un patrimonio familiar.
Es la suma ordenada de estos patrimonios familiares la que va constituyendo la ciudad, junto con los patrimonios empresariales, industriales y comerciales regidos por los mismos principios de seguridad, utilidad y estética.
Lo anterior, aunado a un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, con capacidad para ofrecer empleo pleno y productivo, así como trabajo digno para todos, forma el elemento clave del desarrollo territorial y urbano sostenible, ya que las ciudades y los asentamientos humanos deben ser lugares que brinden las mismas oportunidades a todos, permitiendo de ese modo que las personas tengan una vida saludable, productiva, próspera y plena.
La acupuntura urbana considera a las ciudades como organismos vivos que respiran, y señala áreas específicas que necesitan una reparación. Los proyectos sostenibles, por tanto, sirven como agujas que revitalizan el todo mediante la curación de las partes. Al percibir la ciudad como un ser vivo, la acupuntura urbana promueve una maquinaria común y establece la localización de determinados núcleos -similares a los puntos clave en el cuerpo humano- que localiza la acupuntura tradicional.
La restauración rentable e inteligente de los edificios patrimoniales, la sustitución de edificios auto construidos de manera deficiente por conjuntos urbanos seguros, sostenibles, saludables y con espacios públicos adecuados, la edificación planificada de nucleos de servicios, equipamiento e infraestructura, la consolidación de edificios “estratigráficos” en condominios familiares, que mediante remodelaciones guiadas profesionalmente puedan convertirse en condominios de alta plusvalía. Estas serían las acciones que deben partir de fundamentos políticos y crediticios que permitan y fomenten ésta acupuntura urbana para incrementar la RESILIENCIA y la PROSPERIDAD en nuestras ciudades.
La vivienda, sus servicios y equipamiento, conformando las ciudades, ya están construidas y habitadas; es nuestra tarea hacerlas resistentes, útiles, funcionales y hermosas, haciendo una densificación inteligente con criterios urbanísticos y sociales adecuados. Debemos transformar nuestras ciudades para que sean capaces de resistir y recuperase de muy diversos riesgos de índole natural, tecnológico, socioculturales y económicos.
Mientras más gente y activos se concentran en las ciudades, hay una gama cada vez más compleja de los choques y tensiones que pueden influir, positiva o negativamente sobre la ciudad y su población. En términos generales, los factores que influyen en la resistencia de la ciudad incluyen la gama y la severidad de los riesgos:
- El riesgo para vidas y bienes;
- La vulnerabilidad y la exposición de los sistemas humanos, sociales y ambientales y;
- El grado de preparación de sistemas físicos y el gobierno a cualquier choque o estrés.
Las tensiones derivadas de las condiciones ambientales afectan la resistencia de la ciudad a través de varias vías reconocibles.
- Degradación del ecosistema,
- La contaminación,
- La escasez de recursos
Muchas de las intervenciones que pueden aliviar tensiones ambientales y construir resiliencia parten del manejo de los ecosistemas y la eficiencia de recursos.
El camino es difícil y largo, pero debe iniciarse de inmediato. Los recientes cambios políticos de nuestro país presentan el momento idóneo para que, apoyados en los tres pilares de la NUEVA AGENDA URBANA: planificación urbana, legislación urbana y financiación municipal; se logre en el menor plazo posible la actuación sobre el basto y complejo territorio de nuestras ciudades.
Alfonso Luis Penela Quintanilla
Arquitecto, Especialista en Valuación Inmobiliaria y Director de Empresas
Twitter: @apenelaq