Sus estrechas calles, su gente y gastronomía lo posicionan en uno de los 10 sitios más visitados a nivel nacional
Para aprovechar el segundo fin de semana largo de este año con motivo del Natalicio de Benito Juárez -18 de marzo-, me adentré al estado de Guanajuato, no sin antes hacer una reservación en algunos de los hoteles, por aquello de la afluencia popular.
El callejón del beso, famoso por la leyenda que Doña Carmen y Don Carlos; la Alhóndiga de Granaditas, que construida en el siglo XVIII fue testigo de la batalla de Independencia; o bien, la estatua en honor al minero Juan José Martínez El Pipila; representan sin duda un gran atractivo.
Guanajuato es hoy por hoy una promesa de desarrollo turístico pero también de desarrollo inmobiliario, pues tan sólo en este segundo puente se registró la visita de más de 217 mil personas, con una ocupación hotelera de entre 62 y 68 por ciento.
Un sitio de paz y tranquilidad, de gente amable y con una gastronomía que hace agua la boca a cualquiera.
Por su parte la Secretaría de Turismo (Sectur), registró tanto en la capital como en el municipio de San Miguel de Allende –denominado por la Unesco como Patrimonio cultural de la Humanidad, se posicionan dentro de los 10 sitios más visitados a nivel nacional.
Cabe destacar que este estado se encuentra realizando obras de mejora vial, así como nuevos desarrollos hoteleros que se espera estén listos en 2015.
Tan sólo en Salamanca se encuentra el hotel ONE, mientras que en Celaya se está trabajando en la construcción de un Holiday Inn Express & Suites; proyectos que forman parte de los cerca de 22 complejos hoteleros en esta entidad.
Estas marcas que prevén atender la demanda turística pero al mismo tiempo fomentará el empleo para más de 30 mil guanajuatenses.
Es de destacar que tras cruzar más de 4 horas en carretera de la ciudad de México hasta la capital de Guanajuato se llega a conocer a uno de los lugares donde la artesanías y todo su bagaje cultura se cotiza de manera muy económica para el turismo, con sus famosas callejoneadas con las Tunas, y sus recorrido, sea por el Teatro Principal, el Teatro Juárez y sus estrechas calles, hacen de estos viajes uno de los recuerdos más memorables.