Nunca me había puesto a pensar en todo lo que implica estar enamorada. Tal vez suene a una mala imitación de toda la serie de películas Hollywoodenses que (nos) ponen a llorar a varias personas, pero realmente pienso que es importante escribir los pros y los contras de este tipo de sentimientos. Yo, el día de hoy, opte por los contras.
No todo son flores y color de rosa, recuerda que el amor es complicado, incluso cuando no lo tienes en tu vida. A lo largo de esa maravillosa historia de amor, a la que llamaremos “Etapa 1”, empiezas a notar que toda la gente está feliz, las cosas comienzan a salir como esperas que salgan e incluso, cada vez que te miras al espejo pareces ¿enserio? Más bonita.
Definitivamente ese sentimiento es digno de presumirse, o eso pensarás tú. Es por eso que, sin darte cuenta, ya estás dentro de la “Etapa 2”. Esta es la etapa en donde lo presentas con tus amigos o lo invitas a las fiestas del trabajo o la universidad. Sólo puedo mencionar un contra muy en contra de esta etapa. Si algún día terminan, todos los testigos comenzaran a preguntar ¿por qué?, los gajes de vivir en sociedad, supongo.
Pero entonces entramos en la “Etapa 3”, convivir con la familia. Sí, la relación se vuelve un poco más formal conforme pasan los meses. Y te das cuenta de que tienes cosas en común con su hermana, o que estás incluida en la visita para el cumpleaños de la abuela. No les voy a mentir, es una etapa maravillosa, siempre y cuando no te des cuenta que tu pareja lleva en su sangre tanto la parte bonita de esa convivencia, hasta calvicie de su padre o la intolerancia a la lactosa del abuelo.
Te darás cuenta una vez que ya estés del otro lado de esta etapa cuando, ya no solamente eres parte de la familia, ahora también eres parte de su día a día. Así es, bienvenido a la “Etapa 4”, cuando prefieres dejar un cepillo de dientes permanentemente en su casa de lo seguido que vas, o cuando al momento de lavar ropa, ya hay más playeras de él que tuyas. Ese momento en el que tu pareja te pregunta donde están ciertas cosas, porque ya conoces más su casa que él o ella.
Y finalmente, llega la “Etapa 5”. La etapa donde ya existe tanta confianza en ustedes, que están listos para ¿vivir juntos?… Ok, eso depende de cada pareja. Pero lo que sí es real, es que al llegar a esta etapa ya están listos para salir de viaje por algunos días, o ir más allá de un simple fin de semana juntos. Esa parte de la relación en la que la convivencia se vuelve tan sencilla, que te olvidas completamente de que son personas diferentes.
La realidad es que cada pareja va a su ritmo y la forma de ver las cosas van cambiando con el paso del tiempo. Después llega el compromiso real y estas etapas parecen cosa de niños, pero ¿para que apresurarse? En mi experiencia, soy joven y continúo descubriendo cada etapa del noviazgo.