En la actual administración, dijo el director de Fonhapo, se financian viviendas de 2 recamaras como mínimo
En palabras de Ángel Islava Tamayo, director general del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO, en la actual administración ha existido un cambio radical en la Política Nacional de Vivienda, en donde se prioriza la calidad de las construcciones por encima de la cantidad.
Entrevistado por Centro Urbano, el funcionario subrayó que desde la llegada del gobierno de Enrique Peña Nieto las viviendas financiadas por la federación, a través del Fonhapo, han aumentado su tamaño, además de que los costos han bajado sin perjudicar la calidad de los materiales.
“Uno de los grandes cambios fue hacer crecer las viviendas y que costaran más baratas. Antes, el Fonhapo financiaba vivienda de entre 113 y 130 mil pesos, de una sola recamara y de 25 o 35 m2. El día de hoy se financian casas en promedio de 105 y 110 mil pesos, todas con techo de losa de concreto, 2 recamaras y 45m2 en promedio”, señaló.
Islava Tamayo destacó que la administración federal entendió que las casas financiadas a personas de bajos ingresos no deben ser “ni feas ni cajas de zapatos”. Dijo que los esfuerzos son encaminados a dignificar a las personas a través de una casa decorosa.
“Abaratamos los costos de las viviendas sin detrimento en la calidad de los materiales: y al disminuir el precio de la vivienda hemos generado la oportunidad de con los mismos recursos hacer más. Para nosotros construir 2 recamaras es lo más importante porque además que atacamos hacinamiento, damos la oportunidad de que los niños, las niñas, los jóvenes tengan un espacio propio”, dijo.
El director recordó que el Fonhapo cumple 35 años de vida. Señaló que en todos estos años se ha consolidado como una de las instituciones más sólidas del gobierno, y una de las más nobles al representar para las familias que ganan menos de 2.5 salarios mínimos la posibilidad de aspirar a una vivienda digna.
Por otro lado destacó que el Coneval ha dado cuenta de los avances en materia de vivienda de la actual administración. Precisó que este Consejo, en el estudio de septiembre de 2014, avaló que se ha reducido el hacinamiento.
“Según la última prueba de Coneval, que fue en septiembre de 2014 y los resultados se dieron a conocer a mediados de 2015, el trabajo de Fonhapo ha sido tal que logró sacar de su calidad de hacinamiento a casi 1 millón de mexicanos. Fonhapo pudo lograr esto con un presupuesto y tamaño no tan bastos y eso es un logro impresionante para el gobierno”, apuntó.
Precisó que, con el cambio de gobierno, la actual administración encontró un Fonhapo desorganizado, y “parecía que había mucha simulación en sus operaciones”. Dijo que la tarea en la actualidad ha sido verificar que los recursos destinados por Fonhapo lleguen a su destino y se transformen en acciones de vivienda.
“Una de las instrucciones primordiales que nos dio el presidente al llegar acá fue que hiciéramos que el recurso le llegara a quien le tuviera que llegar. Y de eso nos hemos encargado, con sistemas de verificación muy relevantes que antes no existían (…) La tarea fundamental de Fonhapo es garantizar que el recurso que colocas se convierta en un ladrillo”, expuso.
Añadió que para perfeccionar la labor de verificación se han iniciado platicas con el Registro Único de Vivienda (RUV) en aras de implementar un sistema de geolocalización que permita tener registro de las acciones que se desarrollan.
“La carta de aceptación de aportación de los beneficiados es uno de los grandes avances. En el programa de apoyo a la vivienda en 2016 dice que el beneficiario puede poner una aportación que no puede rebasar el 5% del valor de la acción de vivienda o mejoramiento. Con esto empoderamos al beneficiario, pues sabe cuánto está aportando; y la aportación puede ser en mano de obra”, apuntó.
Islava Tamayo reconoció que aún hay mucho por trabajar en materia de vivienda popular. Dijo que en el Fonhapo la tarea es actuar para atender las necesidades de las personas de menos ingresos con los mecanismos más eficaces.
“Faltan muchas cosas por hacer, pero el gran avance fue fortalecer una institución que en ocasiones parecía que no existía. El día de hoy hay un Fonhapo vivo y que atienden las necesidades de estas familias que ganan menos de 2.5 salarios mínimos”, concluyó.