POR DANIEL E. PÉREZ TORRES.
El proyecto ahora denominado “Corredor Cultural Chapultepec” surgió de un trabajo elaborado por el despacho CEDUV-SUMA S.C. en el año 2011 para el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) estudio que fue contratado con el nombre de “Programa Parcial de Desarrollo Turístico para el Reposicionamiento del Corredor Paseo de la Reforma-Zona Rosa”, el cual tenía como objetivo reposicionar y reordenar la actividad turística en la Zona Rosa, promoviendo su integración con el “Corredor Paseo de la Reforma”. Este trabajo se desarrolló con la participación de actores diversos, particularmente del sector comercio y turismo, con la Secretaría de Turismo fungiendo como contraparte del Gobierno del Distrito Federal.
Posteriormente a la entrega del estudio, el despacho se dio a la tarea de profundizar en la propuesta debido al potencial que se detectó en la Zona Rosa, considerando sus condiciones de accesibilidad, infraestructura y transporte que la hacen factible de convertirse en una de las principales centralidades de la Ciudad de México, tal como fue hace varias décadas. Como parte de este trabajo con un enfoque más integral de planeación urbana se establecieron las siguientes líneas estratégicas de actuación:
- Revitalización económica y turística.
- Mejoramiento significativo del espacio público.
- Impulso a la función habitacional.
- Mejoramiento de la movilidad basada en el transporte público y no motorizada.
- Promoción de proyectos culturales y recreativos de impacto nacional.
- Mejoramiento de la calidad del medio ambiente con criterios de sustentabilidad por ahorro de energía, agua, basura-cero y mejoramiento de microclimas.
- Esquema autofinanciable para el mantenimiento de los servicios e infraestructura.
Con base en estos lineamientos se propusieron los siguientes proyectos detonadores:
Mejoramiento integral del espacio público, destacando en una primera etapa la rehabilitación de calles Génova, Hamburgo, Londres y Toledo, con un diseño que priorizara al peatón.
- Construcción de la Plaza de los Insurgentes en lugar de la actual glorieta, proyecto que incluía un Centro de Transferencia Modal (CETRAM).
- Construcción de un equipamiento cultural, posiblemente un museo mediateca multimedia con impacto internacional que pudiera ser emblemático de la Ciudad de México.
- Impulso a la función habitacional en el polígono para diversos segmentos de población, con plantas bajas activas (usos mixtos).
- Construcción de una Rambla sobre Avenida Chapultepec, con el fin de establecer un gran espacio público con un valor simbólico similar al de Paseo de la Reforma, con nodos culturales y lúdicos para el disfrute de la población. El concepto original era más cercano a las ramblas de Barcelona y algunas zonas de espacios públicos interactivos como los del Millenium Park en Chicago (Cloud Gate, Crown Fountain) incluyendo la propuesta de una “concha acústica” o anfiteatro. Se buscaba que la rambla se convirtiera en el epítome del espacio público del siglo XXI: multicultural, seguro, de vanguardia, dirigido al peatón y la bicicleta, donde se aplicaran tecnologías de ahorro de energía, así como criterios ambientales.
Propuesta de impulso a la función habitacional en la Zona Rosa, con calles peatonales y semipeatonales al interior
Propuesta de Museo Mediateca Multimedia en el corazón de la Zona Rosa
Rehabilitación y peatonalización de calles Génova, Hamburgo, Londres y Toledo
Cloud Gate y Crown Fountain en el Millenium Park de Chicago
Modelo original de la Rambla Chapultepec (en azul se incluye la escala de la Cloud Gate)
La propuesta original como punto de partida
El esquema propuesto para la rambla contemplaba la continuación de los túneles que pasan por debajo de la glorieta de los Insurgentes para integrarlos hasta los existentes desde Lieja, lo cual se sabía enfrentaría problemas técnicos. Por ello se propuso desde un principio elaborar los estudios correspondientes de ingeniería para emitir un dictamen y plantear el mejor procedimiento constructivo. Hasta donde tengo conocimiento no se elaboraron dichos estudios.
Desde el punto de vista de diseño la propuesta buscaba promover los movimientos peatonales y permitir el flujo continuo de vehículos soterrados. Este concepto planteó un espacio público peatonal “a nivel de calle”, distinto al que actualmente se considera como la mejor opción por parte de ProCDMX en “segundo piso”.
En busca de la integralidad
Con el inicio de la actual administración (2012), el proyecto fue presentado primero ante el Secretario de SEDUVI, el Director de SERVIMET y luego al Director de la entonces denominada “Calidad de Vida” (ahora ProCDMX). En los trabajos desarrollados para esta última institución (pro-bono), se estableció la necesidad de tener una visión integral y no de proyectos aislados, para lo cual se propusieron diversos estudios entre los que destacaban los siguientes:
- “Plan Estratégico de la Zona Rosa”, en el cual se consideraba la necesidad de integrar la opinión de vecinos, organizaciones no gubernamentales, instituciones públicas de los tres órdenes de gobierno, etc., con el fin de contar con un instrumento rector que guiara las acciones y permitiera su apropiación social.
- “Plan Maestro, Diagnóstico, Estrategias, Ordenación – Zonificación y Normas de Ordenación Particulares”. Donde se integrara el planteamiento dentro del marco vigente de planeación urbana del Distrito Federal y elaborar estudios técnicos de ingeniería en materia de tránsito e infraestructura.
- “Estudio de Mercado Inmobiliario”, en el cual se planteaba analizar los precios actuales del mercado y su absorción para calcular el impacto del proyecto y poder definir mecanismos de captura de plusvalía.
- “Plan Económico (Cartera de proyectos y proyectos detonadores)”, donde se incluyera el detalle de los costos de las acciones propuestas, se elaboraran los proformas respectivos, y se calculara la rentabilidad económica de los proyectos detonadores, con un horizonte temporal de alrededor de 10 años.
- Anteproyectos del diseño urbano, paisajístico y arquitectónico de la Rambla Chapultepec, Plaza de los Insurgentes, así como el Museo Mediateca Multimedia. Donde se discutió la posibilidad de llevar a cabo concursos abiertos que se ajustaran a los lineamientos determinados por el “plan maestro”.
Si bien la autoridad mostró interés al principio en este planteamiento, muy pronto se enfocó en lo que les resultó más atractivo: la Rambla Chapultepec. Con ello se dio por terminada la relación con nuestro equipo consultor conformado por reconocidos urbanistas, arquitectos, sociólogos, geógrafos, abogados y académicos.
Consecuencias del cambio de enfoque
Una de las consecuencias derivadas de abandonar el planteamiento original fue que los alcances se redujeron en varias dimensiones: en primer lugar se disminuyó la escala ya que se pasó de un polígono de 134 hectáreas a otro de 11.6 hectáreas de superficie, por otro lado, se modificó el modelo de financiamiento, pues se pasó de un planteamiento que incluía diversas fuentes de recuperación de la inversión como el predial, contribuciones de mejoras, ventas de derechos de desarrollo, aprovechamientos y concesiones, hacia uno donde solo se tiene una fuente de financiamiento vía una aportación privada.
El tema más relevante que se dejó de lado fue la integralidad de la propuesta, ya que un planteamiento interdisciplinario preocupado por los aspectos urbanos, ambientales, sociales y económicos, se convirtió en otro enfocado primordialmente en cómo resolver el diseño urbano de un espacio público (la rambla original).
Reflexiones finales
Llama la atención que la toma de decisiones respecto del proyecto no considera aspectos presentes en las mejores prácticas internacionales, tales como 1) su integración dentro de un contexto de planeación más amplio[1], 2) la transparencia en la toma de decisiones, y 3) el impulso de procesos participativos ex – ante, es decir, no partir de una solución preestablecida desde el punto de vista del diseño, sino de una discusión abierta antes de elaborar cualquier propuesta en la materia[2].
Es por ello que es preocupante que el actual planteamiento de “consulta” se dirija solo a “enriquecer el proyecto” y que convoque únicamente a los vecinos de la Delegación Cuauhtémoc, cuando evidentemente se trata de una decisión con trascendencia para toda la ciudad y sus habitantes.
Otro aspecto que debe reflexionarse también es por qué el Gobierno del Distrito Federal no quiere invertir “un solo peso” en el proyecto, cuando se trata de un espacio estratégico para el futuro de la ciudad donde la recuperación de la inversión es factible.
Para finalizar: me inquieta que la actual polémica se enfoque al tema del diseño urbano-arquitectónico del “parque” ya que no se está considerando que cualquier proyecto debe ser parte de un planteamiento integral que considere los temas urbanos, sociales, económicos, ambientales y de movilidad. Todavía hay tiempo de enmendar esta insuficiencia, por el bien de la ciudad y sus habitantes.
[1] Dentro de dicho contexto destaca la carencia de un Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, que debería ser el instrumento rector de la política urbana, pero que no ha sido actualizado desde 2003. Por otro lado, la alternativa propuesta no busca integrarse al sistema de planeación urbana contenido en la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal.
[2] Sobre este tema recomiendo ampliamente la lectura del texto de Marco A. López Silva quien expone claramente como el proceso de “consulta” actual asemeja más a un proceso de simulación para disfrazar una imposición http://www.animalpolitico.com/blogueros-la-cuadratura-del-circulo/2015/08/20/de-desarrollo-urbano-y-opinion-ciudadana/
DANIEL E. PÉREZ TORRES es Doctor y Maestro en Urbanismo (en ambos casos con Mención Honorífica) por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió la licenciatura en Diseño de Asentamientos Humanos en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.
Desde 1994 se ha desempeñado como consultor privado realizando estudios, planes y programas en materia de desarrollo urbano, turístico, vivienda, impacto urbano y ambiental, así como acceso al suelo urbano, los cuales suman más de 100 trabajos en 28 entidades federativas, destacando los elaborados para SEDESOL, FONATUR y el Gobierno del Distrito Federal. Actualmente es Director General de Consultoría en Desarrollo, Planeación y Territorio S.C.
Es profesor en la Maestría en Urbanismo de la UNAM, así como la en la Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano de la Universidad Iberoamericana Campus Ciudad de México. Desde el año 1996 ha sido invitado a impartir cursos a nivel posgrado sobre planeación territorial e instrumentos para el desarrollo urbano en diversas instituciones como el Lincoln Institute of Land Policy y el Programa de Estudios para la Ciudad. Es autor de un libro y 27 artículos que han aparecido en diversas publicaciones científicas y de divulgación. Ha sido ponente y 16 conferencista en eventos académicos en México, Estados Unidos, Canadá, Uruguay y Colombia.
@depereztorres