El dinamismo mostrado por la economía mexicana en los últimos años ofrece una perspectiva positiva
Por Lamudi*
La reciente reducción en la proyección de crecimiento en México por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 3.2 por ciento a 3 por ciento durante 2015, y de 3.5 por ciento a 3.3 por ciento para el año siguiente, representa un panorama menos alentador al previsto por el Gobierno Federal, el cual pronostica entre 3.2 por ciento y 4.2 por ciento. Esta disminución en las perspectivas del FMI responde a un volátil entorno global.
Con la reducción de los precios del petróleo a niveles no vistos desde 2009, las finanzas públicas se vieron afectadas, lo cual implicó un recorte en la inversión de diversos rubros, entre otros infraestructura. También ha influido el aumento del dólar, reflejo de la recuperación de los Estados Unidos. Sin embargo, el dinamismo mostrado por la economía mexicana en los últimos años ofrece una perspectiva positiva.
Son especialmente aquellas empresas que exportan materias primas y manufacturas a los Estados Unidos las más beneficiadas, gracias a la recuperación económica del vecino del norte y a la apreciación del dólar. Por otra parte, la reducción esperada para los costos de generación y distribución de energía eléctrica tras la reforma energética impulsarán la producción manufacturera.
A esto se suma la demografía de México: el Consejo Nacional de Población señala que el 55 por ciento de la población tiene menos de 30 años. Este sector de la población ha comenzado a incorporarse al mercado laboral y a formar familias, conllevando en una demanda real de vivienda (53 por ciento de las búsquedas en línea de inmuebles es de personas entre 18 y 35 años, según datos del portal inmobiliario Lamudi).
Todos estos factores hacen que este sea un buen momento para invertir en los sectores de la construcción de infraestructura y vivienda. Sin embargo, la dinámica a nivel estatal e incluso municipal es irregular, lo que hace que algunos estados sean potencialmente más atractivos que otros. Entre estos se encuentran Veracruz, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León y Baja California.
Veracruz: crecimiento económico y desarrollo poblacional
El estado de Veracruz enfrenta un gran reto: conseguir un crecimiento económico a la par de lograr una mejora en las condiciones de vida de su población. Es la tercera entidad más poblada y la quinta que más aporta al Producto Interno Bruto del país (más de 5 por ciento), pero ocupa el sitio 28 en términos de Índice de Desarrollo Humano. En los dos años anteriores recibió 110 mil millones de pesos de inversión nacional y sigue sumando.
Para los próximos dos años la entidad espera 11 mil millones de dólares de inversión extranjera directa y 330 mil millones de pesos de inversión nacional hacia 2018. A lo anterior se suman la construcción de las carreteras Acayucan-La Ventosa y México-Tuxpan, entre otras, así como el mejoramiento del puerto de Veracruz, que en los próximos diez años aumentara su manejo de 22 a 100 millones de toneladas anuales.
En término de construcción y desarrollo de vivienda, el estado ofrece un buen panorama para inversionistas. Según la Sociedad Hipotecaria Federal, el estado de Veracruz encabezará la demanda de créditos inmobiliarios, concentrando 11.3 por ciento del total nacional. La entidad además ocupará el tercer sitio a nivel nacional en créditos para adquisición de vivienda, y el primero en mejoramiento y autoproducción.
La construcción de infraestructura, con la subsecuente generación de empleos, el crecimiento de las áreas urbanas y la dinámica inmobiliaria que se detonará a partir de la llegada de empresas privadas tras el fin de las licitaciones de pozos de exploración, producto de la reforma energética hacen de Veracruz un sitio idóneo para invertir en el país. Pero no es el único a considerar.
El Bajío: consolidación de la industria regional
La industria manufacturera ha sido durante los últimos años una de las más dinámicas de la economía nacional. El año pasado el subsector creció 3.7 por ciento en su PIB frente a 2.1 por ciento de la economía. Tres rubros destacan por encima de los demás: las industrias automotriz y aeronáutica, y la producción de electrónicos y electrodomésticos. Y tres estados del Bajío destacan en particular: Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.
Respecto a la industria automotriz, en 2013 se inauguró la planta de Volkswagen en Silao, y en 2014 la de Mazda en Salamanca, ambas en Guanajuato. Para 2019 se espera la inauguración de la planta de BMW en San Luis Potosí y a mediados de abril de 2015, Toyota y Ford anunciaron su intención de inaugurar nuevas plantas en Guanajuato, con una inversión de 3 mil 500 millones de dólares.
En Guanajuato se encuentran fábricas de Whirlpool, mientras que Mabe tiene presencia en dicho estado y en Querétaro. Por su parte, el estado de Querétaro juega un rol clave dentro de la industria aeronáutica mexicana, siendo líder a nivel nacional. Ambas entidades se caracterizan además por una creciente actividad turística. En 2014 aumentó de 3.1 por ciento y 4 por ciento y su participación en el total nacional aumentó de 5.3 a 5.7 por ciento en cinco años.
Con las oportunidades de trabajo que la industria ha traído consigo, la demanda de vivienda ha tenido un crecimiento importante. Esto se refleja en el crecimiento poblacional de la Zona Metropolitana de Querétaro de 2000 a 2010 creció un 34 por ciento, más que la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey en números relativos. Todo esto hace que la inversión inmobiliaria industrial o de vivienda sea rentable en la región.
Ubicación geoestratégica: la apuesta del Norte
La recuperación de la economía estadounidense tras la crisis global de 2008 son buenas noticias para los estados del norte, especialmente aquellos cuyas producciones manufactureras son exportadas a dicho país. La cercanía del estado de Baja California con el estado de California en los Estados Unidos, y de Nuevo León con Texas, beneficia especialmente a las ciudades de Tijuana y Monterrey.
Tijuana es la frontera más transitada a nivel mundial, con más de 300 mil cruces fronterizos diarios hacia la ciudad de San Diego. El estado de California es por sí solo, una potencia económica, y su PIB de 2015 es similar al de Italia, la octava economía del mundo, aunado a su cercanía con el puerto de Ensenada, lo que permite que sectores como el electrónico o la producción de autopartes hayan despegado.
El caso de Monterrey es similar en términos de ubicación: colinda con el estado Texas, cuyo PIB es equivalente al de Canadá, la onceava economía global. A esto se suma una industria consolidada y el crecimiento de las actividades financieras y corporativas en la capital del estado. Todo esto se traduce en un crecimiento inmobiliario en la vivienda y el retail.
Un par de datos sirven para ejemplificar esto. Infonavit señala que para 2015, Nuevo León será el estado que más créditos para vivienda total (14.1 por ciento del total) y para vivienda nueva reciba (18 por ciento). Por otra parte en los próximos años para satisfacer la creciente demanda interna de bienes y servicios se inaugurarán los centros comerciales: Nuevo Sur, Fashion Drive, Citadel y Plaza Fiesta Norte.
* Lamudi es una plataforma inmobiliaria con presencia en 32 países en América Latina, Asia, África, y Oriente Medio.