La representante de ONU-Habitat para México destacó que las alianzas son clave para avanzar hacia ciudades más justas y sostenibles
En el marco de la clausura del foro ‘Coalición por la Vivienda: Techo, Tierra y Territorio. Encuentro nacional por una política integral de Vivienda Adecuada’, el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (Conared) y el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, ONU-Habitat, firmaron un acuerdo de colaboración para impulsar el desarrollo urbano sostenible en México.
Dicho convenio contempla diversas líneas de acción concretas, como:
- Revisión colaborativa e incidencia sobre propuestas de políticas públicas alineadas con la Agenda 2030 y la Nueva Agenda Urbana.
- Diseño e impartición de programas de capacitación, asistencia técnica y servicios de consultoría especializada.
- Promoción, difusión y comunicación de iniciativas vinculadas al desarrollo urbano sostenible.
- Establecimiento de alianzas y mecanismos de colaboración para reforzar la gobernanza urbana y territorial en el país.
Al respecto, Fernanda Lonardoni, representante de ONU-Habitat para México, Cuba y Centroamérica, destacó que las alianzas son clave para avanzar hacia ciudades más justas y sostenibles.
Asimismo, mencionó que el Plan Estratégico 2026–2029 de ONU-Habitat destaca la colaboración entre actores clave como motor de impacto a escala y garante del acceso a una vivienda adecuada como pilar del desarrollo.
“Como menciona nuestro Plan Estratégico 2026-2029, para conseguir impacto a escala y reforzar el acceso a la vivienda adecuada como motor clave del desarrollo, será necesario avanzar en coaliciones que fomenten y refuercen las alianzas, a partir de la experiencia y los recursos de diversos actores clave en el desarrollo urbano sostenible” afirmó.
Además, el acuerdo sienta las bases para una Coalición por la Vivienda más robusta y coordinada, que invite a gobiernos, legisladores, sociedad civil, academia, empresas y organismos internacionales a sumarse e impulsar una política nacional de vivienda adecuada, reconociendo la vivienda como un proceso social que debe garantizarse para todos, especialmente los sectores históricamente excluidos.









