La conversión de un edificio por uno inteligente ofrece numerosos beneficios que mejoran la eficiencia operativa, reducen los costos y mejoran la satisfacción de los ocupantes. Esta transformación aprovecha las tecnologías emergentes, en particular el Internet de las cosas (IoT), para crear un entorno más receptivo y eficiente, además de facilitar al máximo la implantación de la tecnología sin cables y reducir los tiempos y costes al mínimo.
Empresas como la española Alfred Smart, especializadas en Smart Buildings, han confirmado estos beneficios en sus diversos proyectos de edificios inteligentes donde puedes solicitar una demo o un estudio personalizado en su página web. Indaguemos en las principales razones por las que resulta conveniente hacer este tipo de transiciones.
Mayor eficiencia energética
Uno de los beneficios más importantes de los edificios inteligentes es su capacidad para optimizar el consumo de energía. Las tecnologías inteligentes, como los sensores de IoT y los sistemas automatizados, monitorean y controlan el uso de energía en tiempo real. Por ejemplo, los sistemas de iluminación inteligente pueden ajustarse en función de la ocupación, lo que garantiza que las luces solo se enciendan cuando sea necesario. Esta capacidad puede generar ahorros de energía de entre el 15 % y el 25 % en promedio, lo que reduce significativamente los gastos operativos. Además, los sistemas de HVAC inteligentes pueden adaptarse a las condiciones en tiempo real, lo que minimiza aún más el desperdicio de energía.
Mejor utilización del espacio
Los edificios inteligentes utilizan análisis de datos para monitorear los espacios comunes del edificio, lo que permite una mejor gestión de los mismos. Al emplear sensores de ocupación y herramientas de visualización de datos, los administradores de instalaciones pueden identificar áreas subutilizadas y tomar decisiones informadas sobre la asignación de ese espacio. Esto ayuda a optimizar el diseño y reduce los costos asociados con el mantenimiento de espacios innecesarios. Por ejemplo, si una gran sala de conferencias se usa con frecuencia para pequeñas reuniones, puede ser más eficiente convertirla en espacios de reunión más pequeños.
Mantenimiento predictivo
Los edificios inteligentes están equipados con sensores que monitorean continuamente el rendimiento de varios sistemas, como HVAC, plomería y sistemas eléctricos. Esta capacidad permite el mantenimiento predictivo, donde se identifican problemas potenciales antes de que provoquen fallas significativas. Al abordar las necesidades de mantenimiento de manera proactiva, los propietarios de edificios pueden reducir el tiempo de inactividad y los costos de reparación, lo que garantiza que los sistemas funcionen con la máxima eficiencia. Este enfoque ahorra dinero y extiende la vida útil de los equipos.
Mayor comodidad y bienestar de los ocupantes
La integración de tecnologías inteligentes mejora significativamente la comodidad y el bienestar de los ocupantes. Los edificios inteligentes pueden ajustar automáticamente la iluminación, la temperatura y la calidad del aire según las preferencias individuales y los datos en tiempo real. Por ejemplo, los sensores avanzados de calidad del aire pueden detectar contaminantes y ajustar la ventilación en consecuencia, creando un ambiente interior más saludable. Numerosos estudios indican que la mejora de las condiciones interiores puede conducir a una mayor productividad y satisfacción entre los ocupantes, lo que es particularmente importante en entornos de oficina.
Mayor valor de la propiedad
Invertir en tecnologías de edificios inteligentes puede aumentar significativamente el valor de una propiedad. A medida que la sostenibilidad y la eficiencia se vuelven más críticas para los inquilinos y los compradores, los edificios equipados con tecnologías inteligentes son más atractivos en el mercado inmobiliario. Las propiedades que demuestran menores gastos operativos y mejores experiencias para los ocupantes probablemente tengan alquileres y valores de reventa más altos. Esta tendencia es particularmente relevante en mercados competitivos, donde los inquilinos priorizan las comodidades modernas y la sostenibilidad.
