Juan O’Gorman introdujo la arquitectura funcionalista al país, y es considerado como el padre de la arquitectura moderna en México
Este sábado 6 de julio, se cumplen 119 años del natalicio del muralista, pintor y arquitecto Juan O’Gorman, quien introdujo la arquitectura funcionalista al país y es, además, considerado como el padre de la arquitectura moderna en México.
O’Gorman nació en Coyoacán, Ciudad de México, el 6 de julio de 1905, y, de 1921 a 1925, realizó sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A la par de sus estudios, comenzó a realizar sus primeras prácticas profesionales en las oficinas de los arquitectos Carlos Tarditi, José Villagrán García y Carlos Obregón Santacilia, siendo este último uno de los primeros arquitectos modernistas de México.
Asimismo, O’Gorman fue alumno de Guillermo Zárraga y del ingeniero José Antonio Cuevas, de quienes aprendió ideas, teorías, y aplicaciones arquitectónicas prácticas que lo llevarían a constituirse como el primer arquitecto funcionalista de México.
Cabe mencionar que la obra del arquitecto, pintor y muralista mexicano fue influenciada por Le Corbusier, lo que ayudó a introducir a México la arquitectura funcionalista. Sin embargo, años más tarde se inclinó por Frank Lloyd Wright y su arquitectura orgánica.
En 1929, construyó la primera casa funcionalista de México en el barrio de San Ángel; y dos años más tarde comenzó la construcción de la casa-estudio que habitaron Diego Rivera y Frida Kahlo, con quienes tenía una gran amistad.
“Recuerdo la ocasión en que tuve la audacia de pedirle a Diego Rivera que viera la casa que acababa de construir para que me diera su opinión. Tuvo la gentileza de ir a ver la casa, diciéndome que le gustaba mucho estéticamente. La opinión del maestro fue una sorpresa puesto que la casa se había construido para ser útil y funcional.
“Diego Rivera, en ese momento, inventó la teoría de que la arquitectura realizada por el procedimiento estricto del funcionalismo más científico es también obra de arte, e inmediatamente me encomendó que le construyera una casa y un estudio”, relató O’Gorman en su Autobiografía.
Posteriormente, en 1936, abrió una oficina de arquitectura en la que trabajó algunos años exitosamente. Sin embargo, al darse cuenta de que se estaba transformando en un contratista, y al estar en desacuerdo con la mera comercialización de su profesión, decidió cerrar el despacho para dedicarse de lleno a las artes plásticas.
Fue así como comenzó a trabajar como pintor y muralista, actividad a la que consagró la mayor parte de su vida y por la que es reconocido en mayor medida, gracias a sus obras que reflejan el paisaje mexicano.
Una de sus obras pictóricas más famosas son los murales que recubren las cuatro caras del edificio de la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria de la UNAM, los cuales reflejan representaciones históricas de culturas mexicanas: prehispánica, colonial, Revolución de 1910 y cultura moderna.
Además, intervino en el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec, con el mural ‘Francisco I. Madero, sufragio efectivo no reelección’ y el denominado ‘Feudalismo porfirista’, en los que expresa la visión histórica del artista en contexto de estos pasajes.
Juan O’Gorman murió en su casa de la CDMX el 18 de enero de 1982; y dejó un legado arquitectónico y pictórico que ayudó a definir la arquitectura mexicana del siglo XX.