Para poder brindar una alta calidad de vida, lo ideal sería establecerse en localidades que tengan escencia de barrio, donde los habitantes puedan acceder fácilmente a diferentes servicios.
Debido a la distancia entre su vivienda y su centro de trabajo, una gran cantidad de personas tienen la necesidad de pasar largos periodos desplazándose por la ciudad, lo cual representa un desgaste en los habitantes. Ante ello, el reconocido arquitecto Félix Sanchez, fundador de Sánchez Arquitectos y Asociados, sostiene la idea que mientras menos se desplacen las personas es mejor.
“El futuro de la ciudad, o en general de la mejor movilidad, es no moverse aunque el tema de este siglo es la movilidad, pero no de un sitio a otro, sino para irnos a vivir a otros lados”, afirmó.
En entrevista con Revista Vivienda, el arquitecto señaló que en el caso de la Ciudad de México, a pesar de que tiene diversos puntos atractivos, presenta un gran desequilibrio. Y en consecuencia la ciudad está fragmentada, lo que provoca que los habitantes deban desplazarse distancias largas.
“(La CDMX) te ofrece todo, pero es muy contrastada, es muy desequilibrada, es muy injusta. Hay zonas perfectamente urbanas, cosmopolitas maravillosas, y hay muchas que no están. Y ese es el tema, que yo no entiendo por qué la autoridad no piensa en serio en una cosa de planeación, porque siempre hemos estado en el problema del oriente, el poniente, el norte y el sur, cuando todo debe de ser una ciudad”, indicó.
Sin embargo, Sánchez resaltó que el estilo de vida actual no solo es producto del gobierno, pues también los capitalinos tienen una gran influencia en ello; ya que al envolverse en lo cotidiano, los capitalinos dejan de lado las pequeñas cosas que contribuyen a una calidad de vida más alta.
“Vamos a resolver el problema de esta ciudad poniéndonos las pilas, dándole valor a los núcleos pequeños, a los barrios, a las calles, al vecino; tenemos que cambiar de manera de pensar y ser realmente urbanitas (…) la verdad es que caminar es buenísimo para la salud y es padrísimo porque vas caminando y te vas encontrando a gente que no conoces, pero que son tus conocidos porque los ves todos los días y eso te da una estabilidad y una seguridad”, explicó.
Por ello, el también profesor apuntó que la extensión y amenidades de una casa pasan a segundo término, pues en su opinión, la cercanía con diferentes lugares y servicios es más valiosa.
“El punto, digamos clave de la discusión, es que es mucho mejor una buena ciudad que la mejor casa. De qué me sirve tener un gran jardín si tengo que tomar el coche para ir a comprar cualquier cosa”, comentó.
Nómadas digitales, ¿llegaron a beneficiar o a afectar?
Por otra parte, el fundador de Sánchez Arquitectos y Asociados argumentó que los nómadas digitales llegaron a enriquecer y ampliar la diversidad cultural que ya alberga la CDMX. Además de que, de primera mano, los extranjeros pueden constatar lo que México tiene para ofrecer al mundo.
“Yo digo que a nuestro barrio le ha hecho mucho bien. Yo estoy contento que hay esta mezcla, porque es muestra de orgullo ver cómo disfrutan el parque; ves cómo están las calles, los restaurantes (…) disfrutan una comida y disfrutan la calidad humana del mexicano que es muy servicial, muy amigable, todo el mundo te dice cómo llegar y eso es calidad humana, que es un valor agregado a esta ciudad”, señaló.
No obstante, el arquitecto insistió que la llegada de los nómadas digitales ha resaltado la brecha económica que presentan algunas zonas de la ciudad.
“Aquí hay indigentes viviendo en el parque, hay gente pobre viviendo en la azotea, hay gente trabajando en una vulcanizadora; pero también hay gente que paga 2000 pesos por una comida. Entonces es lo que te ofrece en la ciudad, una amplia gama la mezcla”, afirmó.
En ese sentido, la gentrificación en algunas de la ciudad es una de las consecuencias de dicha mezcla y diferencia de niveles económicos. Sin embargo, Félix Sánchez aseguró que para evitar la migración, las administraciones, en este caso, el gobierno de la CDMX, deben realizar acciones que les permitan a los habitantes originarios poder costearse la vida en la zona y tener una buena calidad de vida.
“Hay que evitar que la gente se vaya, hay que ofrecer que puedan seguir estando aquí. Pero, evidentemente, ¿a dónde voy a ir a vender palomitas, o pepitas, o lo que sea? A donde está la gente. Y, ¿dónde está la gente? En las cosas buenas. Entonces, autoridades, dense cuenta, hay que pensar en la ciudad, en la banqueta; si hay algo desastroso en la CDMX son las banquetas; no hay banquetas por donde puedas caminar.Y entonces, ¿por qué no pensamos en eso, porque no pensamos en acciones concretas a nivel de barrio en todos los barrios?”, planteó.
Siguiendo esa lógica, el arquitecto detalló que las obras que realicen los gobiernos deben hacerse pensando en brindar espacios que den el sentimiento de pertenecer a un barrio, para que las personas tengan el interés de utilizarlos y adueñarse de ellos. Así, al hacer esto en cada colonia, las administraciones lograrán que la ciudad sea más heterogénea
“Vamos a invertir en lo que genera la sensación o la razón de ser de un barrio, una plaza, un jardín, un equipamiento bueno. Veamos cuántos barrios hay en la Ciudad de México y empecemos a actuar en el mercado, en la plaza, en esas cosas que hacen que la gente vaya”, señaló.
En cuanto a una visión futurista, Félix Sánchez expuso que con el avance de la tecnología, las personas tendrán más tiempo libre por lo que necesitarán más espacios de ocio donde podrán reflexionar y desarrollar su creatividad. En consecuencia, las localidades deben estar preparadas y deben ir construyendo estos espacios donde los habitantes podrán desenvolverse.
El papel del arquitecto en la actualidad
A causa de ello, en pocas palabras, el arquitecto resumió la labor que debe regir a los arquitectos actualmente: hacer fácil lo cotidiano. Idea que conecta con su afirmación de que es mejor no tener la necesidad de moverse grandes distancias.
“La gran ciudad es una ciudad en donde en una cuadra puedes decir: ‘mira el pan, ahí lo venden muy bien; acá está este cuate que vende unas verduras buenísimas; aquí hay un carnicero’, etcétera”, explicó.
Igualmente, en su opinión, los arquitectos deben tener una vocación de servicio, para que estén dispuestos a cubrir las necesidades de sus futuros clientes.
“Tienen que saber que lo que hacen es algo útil que la gente necesita. Lo importante es cómo vas a satisfacer a tu cliente, para que efectivamente, pueda hacer de una manera más fácil lo que tiene que hacer todos los días. (Por ejemplo) Si yo quiero salir a correr, ¿dónde corro si no hay un lugar?; si yo quiero que entre el sol a mi casa, bueno pues no pongas los edificios así como chorizo. El arquitecto es un cuate que tiene que tener una capacidad muy impresionante para entender muchas cosas, no nada más lo físico: cómo sale el sol, cómo se pone que si llueve; es decir, la gente qué es lo que hace cotidianamente”.
Por lo tanto, consideró, el arquitecto debería de ser capaz de proveer a los ciudadanos inmuebles que puedan ajustarse a sus necesidades; razón por la deben de estar actualizados y preparados para adaptarse a nuevas circunstancias.
“Ya no voy a poder mantener una oficina de 400 metros o de 300, a lo mejor voy a estar en mi casa y me voy a ir a un coworking a tener una junta. Oye, pues aquí porque tengo una opción aquí, la otra está allá y la otra está acá; y me muevo porque ese tema de la movilidad va a existir de una manera brutal, porque después de tres años en donde no pudiste salir, ahora todo mundo va a querer salir”, planteó.
Respecto a la actualización, Sánchez afirmó que para conseguir una vida de barrio no es necesario derribar y construir de cero, pues es posible realizar cambios y mejoras en edificios para conseguir el objetivo deseado.
“Ve ahorita la cantidad de intervenciones que está teniendo el familiar Miguel Alemán, de cosas que ahí están que son una joya de Mario Pani y la gente nueva los ha remodelado y están dejando departamentos que dices yo quiero vivir ahí. Finalmente una utopía construida que puede dar luz a lo que puede ser la vida en un barrio”, platicó.
Para reforzar la idea de no destruir, sino reinventar los inmuebles, el arquitecto comentó que está trabajando en un proyecto donde le dará un nuevo sentido a algunas casas.
“Ahorita estamos intentando hacer un desarrollo; son cinco casas o seis casas viejas. El primer argumento es no las destruyamos, va a ser más barato rehacer que hacer. Estamos pensando en eso, que si hacemos un polígono, que si ganamos un poco de densidad, estamos argumentando sobre una cosa que ya está construida. Ese es mucho del futuro de la Ciudad de México, empezar a meternos en cosas que ya están, darles un toque y actualizarlo”, explicó.
Finalmente, Félix Sanchez resaltó que es importante no olvidar la arquitectura y los inmuebles antiguos, ya que pueden, de diferentes maneras, ser rescatados y renovados.
“Hay muchas cosas que ya están hechos que valen la pena actualizar, que les demos un toque y me parece que por ahí hay un gran futuro. Hay muchos ejemplos ya hechos de gente que no destruyó”, concluyó.
Este texto se incluye en la edición Mayo-Junio 2023 de la Revista Vivienda