Por Gustavo López padilla*
Ya circulan con regularidad programas avanzados, que en breve tiempo pueden generar una variedad de esquemas alternativos de diseño para proyectos de distinta naturaleza, con los cuales se puede contar con plantas, cortes, fachadas e imágenes interiores y exteriores. Esta es una realidad que como todo nos deja valorar ventajas y desventajas. Los impactos de la llamada inteligencia artificial ya están presentes en las maneras de conceptualizar y llevar a nivel ejecutivo proyectos que van desde planeación urbana, pasando por diseño urbano, arquitectura, paisaje, llegando hasta el diseño industrial, llevando a la necesidad de repensar la práctica del arquitecto, que tiene y tendrá como proyectista en el presente y futuro inmediato, al mismo tiempo de visualizar las posibles variantes de oportunidades de trabajo que esto implica. Lo anterior también conduce a imaginar distintas maneras de aprendizaje de la arquitectura y finalmente someter a valoración la trascendencia de los proyectos resultantes.
En primera instancia, la utilización de estas herramientas de diseño en arquitectura, la llamada inteligencia artificial, partiendo necesariamente de ideas conceptuales previas, apoyadas en las platicas preliminares entre cliente, posibles usuarios y arquitectos, de la valoración del sitio y disponibilidades económicas, tendrán resultados que en buena medida se relacionarán con la cultura, postura teórica, experiencia profesional, capacidades creativas de los arquitectos y su conocimiento relacionado justamente en relación a estas prácticas tecnológicas de diseño, permitiendo lograr rápidos acercamientos iniciales al problema y tema a resolver, identificando alternativas y potencialidades proyectuales. No se plantea en lo anterior desde luego, que los resultados obtenidos con el uso de programas avanzados de diseño, se conviertan necesariamente de entrada, en criterios absolutos a seguir, ya que en todo proceso creativo se plantea transitar por una metodología secuencial, que se somete gradualmente a valoraciones reflexivas, rectificaciones y nuevos emprendimientos creativos. Pero puede suceder también que para algunos diseñadores, por falta de experiencia, voluntad, conocimientos o capacidades creativas, simplemente acepten los resultados obtenidos mediante los programas mencionados, pasando de ser instrumentos a condicionadores proyectuales, con los cuales logran propuestas que pueden ser eficientes, alcanzando tan solo los niveles de diseños genéricos.
Pero habrá quienes sean capaces de entender y manejar adecuadamente estos programas avanzados de diseño y poniendo en juego sus propias capacidades de pensar, decisión y creativas, puedan lograr resultados diferentes y mas trascendentes, que puedan contribuir al desarrollo actualizado del urbanismo y sus arquitecturas, como es el ideal de los que verdaderamente quieren ser arquitectos. No podemos dejar de reconocer que quienes tengan los recursos económicos suficientes para contar con los mas avanzados programas de diseño, dispondrán de herramientas que les permitirán ser mas competitivos, en lo que se refiere a los tiempos de respuesta a los proyectos que les sean solicitados, tal vez mejores presentaciones de los mismos, mas realistas, que hagan mas comprensibles sus propuestas a sus clientes. Si bien la creatividad no está condicionada a la disposición de estos programas avanzados, en términos de mercadotecnia, de imagen, pueden haber algunas desventajas para quienes no cuenten con ellos. Para los arquitectos de menores recursos económicos, pueden haber incluso limitaciones de oportunidades de trabajo.
Todo esto ya tiene implicaciones para quienes actualmente estudian arquitectura y en términos de recursos económicos pueden haber circunstancias semejantes a lo comentado previamente. Quienes cuenten con los programas más avanzados, pueden tener presentaciones mas vistosas y pudiera ser que mejores calificaciones, aunque no necesariamente su proceso intelectual de aprendizaje haya sido lo mejor. Es mas fácil y peligroso que en un principio, los estudiantes de arquitectura se dejen llevar simplemente por los resultados que arrojen los programas de inteligencia artificial, ya que no cuentan todavía con experiencia intelectual, que les permita valorar y enfrentar las distintas posibilidades de propuestas de diseño. Habrá quienes en sus clases teóricas, en las cuales tengan que realizar ensayos sobre algunas lecturas, recurran llanamente a los resultados que sin leer, les pueden ofrecer los programas de computadoras. Todo lo anterior en conjunto plantea repensar las maneras pedagógicas de la enseñanza- aprendizaje de la arquitectura, tomando en cuenta las ventajas y desventajas relacionadas con la inteligencia artificial. Y pensando nuevamente en la realidad laboral como experiencia necesaria para los estudiantes, con la finalidad de complementar su formación como profesionales de arquitectura, las oportunidades cada vez serán menores de colaborar con algún despacho importante, ya que con los programas avanzados, cada vez se necesitarán menos colaboradores para el desarrollo de proyectos. Esta reducción laboral en el tiempo de ser estudiantes o recién egresados de la universidad, puede limitar o retrasar su complemento de aprendizaje, al menos como tradicionalmente ha sucedido a lo largo de la historia, pensando en la relación necesaria entre aprendiz y profesional en activo.
Pero las reflexiones anteriores pueden considerarse demasiado simplistas, si se piensa en relación al desarrollo actual del conjunto de la ciencia y sus aplicaciones en inteligencia artificial, que se visualizan para el presente y futuro ya muy cercano. Con la presencia y aplicación de programas computacionales avanzados, se visualizan cambios importantes en el conjunto de la vida social, en donde muchas actividades de los seres humanos tienden a cambiar o están siendo reemplazadas por máquinas. Existe una seria preocupación por la falta multitudinaria de oportunidades de trabajo, que la presencia constante y creciente de las máquinas ya está implicando, afectando la calidad de vida cotidiana de las personas. En este sentido, vale la pena acercarse a los estudiosos que se han concentrado en la reflexión sobre las implicaciones de la inteligencia artificial. Entre ellos vale la pena leer y pensar sobre los trabajos realizados por el escritor e historiador israelí Yuval Noah Harari (1976), documentados en sus libros como Homo Deus y 21 lecciones para el siglo XXI. Porque no solo está implicada en todo lo anterior la inteligencia artificial, sino que se suman a ella otras ramas paralelas del conocimiento y la ciencia, como las modalidades mas modernas en la transmisión del conocimiento, la robótica, la biotecnología o los estudios mas avanzados en genética, incluyendo lo que tiene que ver con la realidad abrumadora y desconcertante de la clonación, que tienen y tendrán cambios drásticos en la realidad de la vida humana.
Muchas de las ideas propuestas por visionarios en las novelas de ciencia ficción de mediados del siglo pasado, hoy en día forman parte de nuestra realidad y sus proyecciones se aceleran día con día. El futuro nos ha alcanzado y los seres humanos nos tenemos que actualizar constantemente, científica, tecnológicamente y tendremos que replantear muy pronto nuestras vidas, nos vamos ha tener que reinventar en lo que hacemos y como lo hacemos y lo tenemos que hacer serena pero rápidamente, para no quedar rezagados como seres humanos, obsoletos o desechables. Nuestra imaginación y creatividad están y estarán constante a prueba. En principio lo ideal sería que las máquinas, las computadoras o la inteligencia artificial, propiciaran mejores condiciones de vida para los seres humanos, pero desde luego en gran medida lo anterior depende de quienes controlan de manera concentrada, los grandes centros en donde se acumula el conocimiento de la inteligencia artificial. Esta nueva realidad ya está significando mayores diferencias, en todos los sentidos, entre quienes tiene el capital financiero y controlan los centros fundamentales de la inteligencia artificial y el resto de la población del mundo. Aquí vuelve a tener importancia y significación la filosofía, el mundo de las ideas y los valores, el principio de lo bueno, porque antes que nada al menos en teoría, con las acciones humanas se debería procurar el bienestar y la felicidad de los propios seres humanos, sus familias, el conjunto de la sociedad, porque sin esto nada en la vida tiene sentido. Con la aplicación extensiva de la inteligencia artificial, vuelven a estar presentes en la filosofía, las reflexiones que tienen que ver con lo verdadero y lo falso. Hemos avanzado mucho científica y tecnológicamente, pero poco en el mundo de los valores que deberían regular las relaciones humanas, el egoísmo y la soberbia están muy presentes.
Y el ejercicio de la arquitectura, en los cambios de vida que ya están presentes y serán mayores, inevitablemente esta en el centro de todo lo anterior y hay que insistir, se deben repensar las modalidades de aprendizaje de la misma en las universidades. Finalmente como en la trama de la película 2001: Odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick, no hay que olvidar que los seres humanos siempre tenemos la posibilidad de desconectar la inteligencia artificial, si no logramos con ella bienestar, que es lo mas importante.
*Gustavo López Padilla
Arquitecto
navegandolaarquitectura.wordpress.com