Toca desaprender lo que haya que desaprender, para dar nuevas lecturas a la necesidad de entender el papel de las Ciudades Inteligentes más allá de las Utopías.
Por Horacio Urbano*
Las Ciudades son quizá la obra máxima de nuestra cultura.
Son ese espacio en que todo pasa. Lo bueno y lo malo. Lo que consideramos trascendente y lo más profundamente cotidiano.
Y atención, porque es precisamente en esa cotidianidad tan natural, tan humana, en donde las Ciudades terminan siendo verdaderamente trascendentes.
Y de ahí el interés por revivir todo tipo de Utopías Urbanas y aferrarse para ello en la esperanza que hoy pareciera estar detrás del concepto Ciudades Inteligentes, una esperanza basada en la posibilidad de usar la tecnología como una plataforma que acelere los procesos que nos permitan construir mejores escenarios de futuro.
Una esperanza que nos hace pensar en la necesidad de entender el papel de las Ciudades Inteligentes más allá de las Utopías.
El espacio en que todo pasa
No lo olvidemos. Las Ciudades son ese espacio en que todo pasa. En que las sociedades se desarrollan y definen un futuro, pero también, en el que, al exhibir su peor cara, pareciera que se empeñan en torpedear ese futuro provocando todo tipo de catástrofes sociales, económicas y ambientales.
Porque hay que reconocer los muy graves daños que hoy nos representan las Ciudades. comenzando con una evidente crisis social, resultante de la pobreza, pero sobre todo, de la desigualdad y la falta de oportunidades que ella provoca.
Y es que las Ciudades definen conductas y consolidan vocaciones. Las Ciudades son parte de la construcción de la seguridad o inseguridad, del acceso o falta de acceso a todo tipo de servicios, de segregación o inclusión.
Las Ciudades son la verdadera cara de la empatía que una ciudad pueda tener para mujeres, niños, adultos mayores y cualquier grupo vulnerable.
La ciudad define.
La ansiada competitividad
Define lo social y define también lo económico, porque esa compleja palabrita, competitividad, se define en gran medida a la hora de la verdad por la calidad de las estructuras y normativas urbanas.
No basta con asignar una vocación económica en el discurso, si en la realidad esa asignación no viene complementada con una realidad física que dé sustento al rollo.
Porque la competitividad acaba siendo un término que depende de datos duros, tan duros, como la oferta de espacios físicos en que se puedan instalar las empresas que consoliden las vocaciones y generen el dinamismo económico y los empleos que ellas suponían.
La ciudad define.
¿Futuro?
Y atención, porque toda utopía está, o debiera estar encaminada, a garantizar un mejor futuro y a garantizarlo para todos, y esto no significa nada si esa búsqueda de futuro no empieza por garantizar estructuras urbanas que den respuesta inmediata y contundente, a la apremiante necesidad de hacer frente a la mayor amenaza que ese posible futuro enfrenta; la crisis climática.
No lo olvidemos, la urbanización y sus procesos destacan entre las mayores fuentes de contaminación, por lo que lo lógico es asumir que toda posible solución debe salir precisamente del mismo lugar en que se ubica el problema.
La ciudad define.
¿Ciudades Inteligentes?
Lo lógico sería reconocer la urgencia de que la transformación urbana sea el fruto virtuoso de procesos planeados y deje de ser el triste resultado de la casualidad o la negligencia.
Lo lógico sería pensar en programas de planeación urbana que, sin dejar de atender todo tipo de necesidades humanas, aprovechen al máximo los recursos naturales.
Sobra decir que necesitamos cambiar los esquemas de planeación urbana y los sistemas de construcción por otros que privilegien la sustentabilidad y traduzcan en realidades los objetivos de las utopías urbanas.
Toca replantear el concepto de ciudades inteligentes, asumiendo como realidad que esa supuesta inteligencia no se base solo en la tecnología, sino que tendría que nacer en un uso inteligente de la misma.
Más allá de las Utopías
No olvidemos que confiar todo a la tecnología no garantiza nada, y que sin la inteligencia humana por delante, los excesos tecnológicos lejos están de garantizar la anhelada inteligencia urbana, que, se diga lo que se diga, sigue estando mucho más allá de las marañas de cables o las saturaciones en la nube.
El reto está en replantear utopías, poniendo por delante la esencia humana de las ciudades y la necesidad de crear condiciones que permitan garantizar un futuro urbano próspero, sostenible y sustentable.
Volver a las bases para para tomar la inteligencia humana como punto de partida en la construcción de las inteligencias urbanas.
El reto está en tomar el riesgo de desaprender lo que haya que desaprender, para dar nuevas lecturas a la necesidad de entender el papel de las Ciudades Inteligentes más allá de las Utopías.
Sesiones Centro Urbano
Buscando ofrecer nuevas instancias de vinculación y actualización de información y conocimiento, en abril lanzaremos Sesiones Centro Urbano #SesionesCU.
Un modelo de mesas de análisis, en que junto con destacados expertos, analizaremos las nuevas realidades de Ciudades + Viviendas + Desarrollo Inmobiliario.
La serie con que damos inicio a este proyecto constará de cuatro sesiones que estarán abiertas para quien quiera participar. El formato será presencial, con sede en Ciudad de México, complementado en formato virtual a través de la plataforma Zoom (no se transmite vía redes sociales)
Ya pueden apartar su lugar para modalidad presencial o virtual, escribiendo a [email protected]
*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano