Por Patricia Calderón*
El sector inmobiliario es uno de los más importantes contribuyentes al producto interno bruto nacional, ubicándose sólo por debajo de la industria e la manufactura. Pero ¿de qué hablamos cuando nos referimos al sector inmobiliario? ¿qué hay detrás de cada edificio, fraccionamiento o conjunto habitacional?
Cuando hablamos del sector inmobiliario tendemos a pensar solamente en dos vertientes, la primera, y la más común es la de los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes inmuebles, la segunda, la del sector de la construcción y todas las industrias que él engloba.
Pero el desarrollo inmobiliario es este sector que engloba estas dos grandes vertientes y que, a su vez, suma otras actividades profesionales, científicas y técnicas, en las que cada vez hay una mayor participación de las mujeres.
Detrás de cada edificio en construcción existe un equipo conformado por especialistas que tienen participación escalonada o permanente en todas y cada una de las etapas de un proyecto. Porque un proyecto no comienza cuando se coloca la primera piedra de una obra, de hecho, ese momento podría representar la segunda parte de un trabajo previo donde arquitectas han desarrollado una idea, ingenieras han complementado un proyecto ejecutivo, mercadólogas han realizado estudios de mercado; administradoras han elaborado planes financieros para garantizar la viabilidad del proyecto; gestoras han obtenido licencias, permisos y factibilidades; publicistas y diseñadoras han colaborado en la creación de materiales gráficos de ventas, mientras contadoras realizan pagos, apoyadas por asistentes en permanente pie del cañón.
La construcción no se queda atrás, durante años, los hombres eran los amos y señores de las obras, desde el residente hasta el chalán, hoy es distinto, no es extraño para ninguno de los que nos dedicamos al desarrollo inmobiliario, encontraren la talacha a mujeres realzando labores que anteriormente sólo desarrollaban los hombres, desempeñándose como gerentes de obra u operadoras de maquinaria pesada, hasta chalanas dedicadas a labores de limpieza fina, que sólo ellas pueden realizar con el detalle que requiere un cristal en perfectas condiciones, limpiado, como lo hace en su propia casa. El último proceso del desarrollo, donde por fin se verá reflejado el esfuerzo de años de todo un equipo de trabajo, también, es hoy un día uno de los sectores dominado por mujeres, desde la prospección de clientes en áreas de ventas, hasta la firma de escrituras, pasando en el camino por brókeres de créditos hipotecarios, valuadoras y hasta notarias.
La fuerza y la sensibilidad femenina son hoy una realidad que ha venido cobrando cada vez más fuerza tanto en el sector inmobiliario como en todos los sectores de la economía. Un estudio publicado por el IMCO, afirma que uno de los sectores de la economía donde las mujeres ganan en promedio más que los hombres son, precisamente el de la construcción y servicios inmobiliarios, y aunque aún se caracterizan por una muy baja participación de fuerza laboral femenina, que apenas alcanza el 4%, acceden a mejores posiciones jerárquicas por contar con mayor preparación profesional como estudios de licenciatura y posgrados.
El hecho es que el poco terreno que las mujeres hoy han ganado tanto en la obra como detrás de un ordenador, debe ser reconocido, valorado y sobre todo remunerado al igual que el de cualquiera de sus compañeros.
Con cariño, para todo mi equipo de mujeres increíbles.
*Patricia Calderón
Directora de operaciones de ZUBIRI MÉXICO
