De acuerdo con ONU-Habitat, el 36% de la población mundial vive en zonas bajo ‘estrés hídrico’; y más del 20% del PIB global se produce en zonas de riesgo de escasez de agua
En el marco del Día Mundial del Agua, ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, destacó que, actualmente, cerca del 36% de la población mundial, o 2,400 millones de personas, viven en regiones con escasez de agua. Mientras que, para el año 2050, el 52% experimentará una severa escasez.
La agencia indicó que el agua desempeña un papel vital en la salud pública, el crecimiento económico y la sostenibilidad del medio ambiente. Sin embargo, solo alrededor del 0.01% del agua de la tierra es potable, cantidad que se reduce año tras año debido a la contaminación.
Además, estimó que para el año 2030 el uso de este líquido vital aumentará en un 40%. Esto gracias a factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico.
Cabe mencionar que, hoy en día, su uso ya es excesivo en algunas ciudades. Por ejemplo, el consumo promedio de agua al día en la Ciudad de México es de 366 litros diarios por persona; aunque, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 20 litros diarios es la cantidad mínima necesaria para cubrir las necesidades básicas de higiene personal y de alimentos por persona.
Por otro lado, ONU-Habitat afirmó que las fugas y el abuso pueden costar hasta 141,000 millones de dólares al año en todo el mundo. Además de que una tercera parte de estos casos ocurren en países en desarrollo, donde cerca de 45 millones de metros cúbicos se desperdician diariamente en las redes de distribución; cantidad que podría abastecer a cerca de 200 millones de personas.
“El 36% de la población mundial vive en zonas bajo ‘estrés hídrico’; y más del 20% del PIB global se produce en zonas de riesgo de escasez de agua”, mencionó ONU-Habitat.
Agua y ordenamiento territorial
La agencia de la ONU declaró que el ordenamiento del territorio debe incorporar el ciclo del agua, el suministro actual y futuro y la demanda, como motor dinamizador. De igual manera, se debe promover la reducción en el consumo y facilitar la reutilización segura, y el aprovechamiento de la mayor cantidad de opciones posibles de suministro de agua; así como permitir la combinación de sistemas centralizados y descentralizados.
“Los planes urbanos separarán las áreas de captación y almacenamiento de agua; minimizando las superficies impermeables que favorecen la retención de agua y la recarga de acuíferos. El planeamiento del agua debe también permitir la coordinación entre jurisdicciones para mejorar el impacto de la inversión”, señaló ONU-Habitat.