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Se acaba un año difícil para el sector inmobiliario

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Es simple, con todo y un puñado de buenas noticias, hay que decir que con el 2022 se acaba un año difícil para el sector inmobiliario.

Por Horacio Urbano.*

Se acaba el año y es evidente que el sector inmobiliario reporta comportamientos muy diferentes de acuerdo con el ramo especifico o la región del país de que estemos hablando.

Vaya pues, que no es zona de desastre generalizada, pero ello no impide decir que con el 2022 se acaba un año difícil, por decir lo menos, para el sector inmobiliario.

Pero todo año complejo tiene sus grandes estrellas y sus evidentes perdedores…

Es así que, de entrada, es para destacar el extraordinario desempeño del ramo industrial, pero también hay que decir que su producción no impacta en todo el país y se concentra en regiones muy específicas, como son la frontera, el bajío y, pese a todo, Guadalajara y Monterrey.

El turismo también reporta un repunte muy importante, aunque la mayor parte de ello se concentra en el caribe mexicano.

Y claro, no se puede hablar de los buenos resultados del sector inmobiliario sin dar un espacio importante al financiamiento, que ha registrado numeros positivos a lo largo de la pandemia, en los que destaca un increíble 36% de crecimiento durante el 2021 en materia de crédito hipotecario.

Pero no hay mucho más… Es simple, con todo y un puñado de buenas noticias, hay que decir que con el 2022 se acaba un año difícil para el sector inmobiliario.

 

Un año difícil

El segmento de centros comerciales ha tenido la ventaja de que la pandemia disparó el consumo… Y el consumo, con todo y el incremento del comercio en plataformas digitales, mantuvo la demanda de superficie comercial y ello mantuvo a su vez a flote tanto a los centros comerciales existentes, como a aquellos que se han venido terminando de construir a partir del inicio de la pandemia.

En lo que respecta a vivienda los números no son tan malos como pudieran ser, pero lo qué hay que reportar es la extinción de la vivienda social, de la que al momento habría que hablar de mínimos históricos en materia de inventarios y producción.

Pero ojo, que lo que se ha convertido en zona de desastre, es el segmento de oficinas, que se mantiene activo gracias a proyectos de gran escala que ya estaban en proceso de construcción desde antes del inicio de la pandemia, pero para el que las absorciones han ido en picada, al mismo tiempo que la disponibilidad se eleva.

Y bueno. Mención aparte merecen figuras como los Fibras, los fondos de inversión, o los diferentes instrumentos financieros colocados en los mercados de valores relacionados con el sector inmobiliario, en que los comportamientos han mantenido una estabilidad, que en algunos casos, como los de ARA, de Germán Ahumada; VINTE, de Sergio Leal; JAVER, de René Martínez, o RUBA, de Jesús Sandoval, han registrado resultados verdaderamente positivos, con crecimientos incluso de doble dígito en sus indicadores más relevantes.

 

Sector inmobiliario bajo fuego

Es así que cuando se cierren los números de lo que ha sido el 2022 para el sector inmobiliario quedará marcado que fue un año de evidentes e importantes claroscuros, salvado gracias a las “salvajes fuerzas del mercado”,  sin que se vea algo que permita suponer que las cosas van a ser diferentes en el 2023, lo que seguramente pondrá a prueba a los segmentos que a partir del inicio de la pandemia se han sumido en tendencias negativas.

Habrá que ver qué pasa con el segmento de oficinas…

Habrá que esperar que el moderado desempeño del sector vivienda, mediocre, diremos muchos, no desvíe la atención de un hecho fundamental; la desaparición de la vivienda social y la falta de opciones para quienes no son derechohabientes de Infonavit o Fovissste, en especial de los grupos de menores ingresos.

Y ojo, que lo que sí habrá que esperar son muy fuertes presiones sobre las tasas de interés, lo que puede afectar los esquemas de crédito que nutren al sector inmobiliario y que tienen que ver, desde luego, con aquellos que permiten que la gente puede comprar, construir o remodelar una vivienda, pero también, y esto no hay que olvidarlo, con aquellos destinados a financiar la producción del sector.

 

¿Y los gobiernos locales?

El 2022 se acabara sin que los gobiernos locales entiendan su papel en la transformación urbana que sus regiones necesitan.

Sin que entiendan que las personas que los eligieron necesitan ciudades competitivas, eficientes y sustentables, y que ello implica la necesidad de todo tipo de activos inmobiliarios.

Porque ojo, también hay que ubicar entre los grandes perdedores de este año a los habitantes urbanos, así como a todas aquellas políticas que, en busca de ciudades cada vez más humanas, tratan de temas que tendrían que ser prioritades como inclusión y sustentabilidad.

Es simple, con todo y un puñado de buenas noticias, hay que decir que con el 2022 se acaba un año difícil para el sector inmobiliario.

Y lo peor es que no hay condiciones que permitan suponer que el 2023 será mejor. Y menos si consideramos los rezagos conceptuales existentes, que hacen difícil suponer que esos gobiernos locales van a ajustar sus visiones, marcos normativos, instrumentos de planeación urbana, políticas de vivienda y mecanismos de cooperación con los sectores productivos.

Y no. La políticas nacionales relacionadas con las actividades inmobiliarias no bastan si no se complementan con la acción de los gobiernos y órganos legislativos locales.

Hacen falta acciones que verdaderamente se puedan considerar disruptivas. Hace falta levantar la mirada de la mesa en busca de soluciones verdaderamente integrales, que permitan que todos asumamos compromisos con horizontes de largo plazo.

Y ojo, no se trata de reactivar el sector inmobiliario, sino de reactivar el potencial de nuestras ciudades y sus habitantes.

 

Hombres y Mujeres de la Casa 2022

El próximo 29 de noviembre se llevará a cabo la ceremonia en que Centro Urbano, a través de su Consejo Asesor, entregará el Premio Hombres y Mujeres de la Casa 2022.

En la XXI edición de los Premios más importantes de la industria inmobiliaria mexicana, los galardonados son: Juan José Errejón Hernández, fundador de la desarrolladora de vivienda, Tierra y Armonía; Alejandro Vargas Barroso, fundador de la desarrolladora de vivienda, Esphabit, y Jorge Mendoza Sánchez, director general de Sociedad Hipotecaria Federal y Banobras.

La ceremonia se llevará a cabo en la Ciudad de México en formato presencial, complementada con una plataforma en línea.

Informes y patrocinios: [email protected].

*Horacio Urbano

Presidente de Centro Urbano

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Horacio Urbano

Horacio Urbano es arquitecto. Su experiencia profesional se ha desarrollado en los diferentes ámbitos que definen la industria de la vivienda. En 1999 inició un proyecto editorial dirigido a los sectores inmobiliario y construcción que a lo largo de los años se ha convertido en una poderosa plataforma multimedios y en una verdadera referencia para esta industria. Fundador, junto con la también arquitecta Roxana Fabris, de Grupo Centro Urbano, firma que impulsa y desarrolla una serie de esfuerzos de comunicación relacionados con estos sectores. Como parte de su trabajo en México y el extranjero, ha escrito o participado en una serie de libros especializados, es colaborador de diferentes medios impresos y electrónicos, es activo conferencista y bajo diferentes modelos colabora también con diversas empresas e instituciones públicas y privadas del sector.


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