El edificio tiene una superficie de 700,000 m², y cuenta con una estación de metro y de tren de alta velocidad, lo que lo convierte en el aeropuerto más grande del mundo
Este miércoles 25 de septiembre de 2019, Xi Jinping, presidente de China, inauguró el nuevo aeropuerto internacional de Beijing, ubicado en el distrito de Daxing, 46 kilómetros al sur de la ciudad capital, y diseñado por la fallecida arquitecta anglo-iraní Zaha Hadid y por la filial de ingeniería de la compañía francesa Aéroports de Paris (ADP), misma que realiza el plan maestro del Aeropuerto de Santa Lucía en México.
El edificio, con forma de estrella de mar, fue concebido para aliviar la congestión que sufre el actual aeropuerto internacional de Beijing-Capital, saturado con más de 100 millones de pasajeros anuales.
El nuevo y ultramoderno aeropuerto tiene una superficie de 700,000 m² y un techo con una superficie equivalente a 25 campos de fútbol, lo que lo convierte en la terminal aérea más grande del mundo, y cuenta, además, con una estación de metro y de tren de alta velocidad para conectar a Daxing con el centro de Beijing en no más de 20 minutos.
El diseño compacto alude a la arquitectura tradicional china, que interconecta a los espacios interiores alrededor de un patio central, y minimiza al máximo las distancias entre el check-in y las puertas de embarque. Cuenta con un generador de energía fotovoltáica, calefacción, sistema de captación pluvial y de gestión de agua para evitar inundaciones y contrarrestar el calor excesivo.
Actualmente, tiene la capacidad para servir a 45 millones de viajeros anualmente, pero para 2025, el mega aeropuerto funcionará a pleno rendimiento, con una capacidad para 72 millones de pasajeros por año, y se planea una mayor expansión para el año 2040, con el fin de atender hasta 100 millones de pasajeros a través de ocho pistas.
El proyecto tuvo un costo total de 400,000 millones de yuanes, lo equivalente a 56,080.5 millones de dólares aproximadamente, y dos de las tres principales aerolíneas chinas, China Eastern Airlines y China Southern Airlines, migrarán a este nuevo aeropuerto, mientras que Air China mantendrá la mayor parte de sus vuelos en el Beijing-Capital.