Un edificio inteligente cuenta con sistemas de ahorro de energía eléctrica, de captación y aprovechamiento de agua, además de seguridad estructural
El avance de la tecnología ha traído muchos cambios en nuestra vida diaria, misma que se ha implementado también al sector inmobiliario con edificios inteligentes, en los que se pueden controlar, a través de sistemas computarizados, varios dispositivos automatizados incluidos en la estructura.
Los sistemas de seguridad y la sustentabilidad son características que forman parte también de estos edificios. Así, los ocupantes de los edificios pueden personalizar algunas características de dichos dispositivos para crear un ambiente más confortable, además de economizar en tiempo y dinero.
El portar inmobiliario Lamudi indica que la arquitectura del edificio, el diseño de interiores y las estrategias de administración de recursos deben integrarse eficazmente para que cada una contribuya al debido funcionamiento del inmueble.
También indican que algunos de los elementos que integran un edificio inteligente son sistemas de control de clima, de iluminación eléctrica, de energía de elevadores y puertas, circuito cerrado de televisión, sistema de control de acceso, administración inteligente de recursos, sistema centralizado para procesar datos, automatización de áreas de trabajo, sistema de detección de humo y alarma de intrusión.
Para mitigar el impacto en caso de sismos, se utilizan amortiguadores que tratan de absorber el impacto de la onda sísmica para que el edificio se mueva lo menos posible.
Para que los edificios sean autosuficientes, deben contar con un sistema de captación de lluvia que dé servicio a todo el edificio o con plantas de tratamiento de aguas residuales, con un sistema biodegradable y filtros para reutilizar el agua en sanitarios y riego de jardines.
También, utilizan vidrios templados que en invierno generan calor mientras que en verano enfrían el interior del ambiente, para así disminuir el uso del aire acondicionado, mismos que representan entre 40% y 65% de los gastos de un edificio.
Entre las edificaciones de este tipo que resaltan en México son la Torre BBVA Bancomer, fue inaugurada en 2016 y cuenta con una Certificación Leed de Oro, reduce hasta 40% de su consumo energético y 25% en consumo de agua.
Durante el mismo año se inauguró también la Torre Reforma, la cual fue reconocida con una Certificación Leed Platino y ahorra hasta 24% de energía eléctrica.
En 2003 se inauguró la Torre Mayor, que también cuenta con una Certificación Leed de Oro, fue el primer edificio en México que cumplió con la norma obligatoria de eficiencia energética de construcciones no residenciales y uno de los primeros en contar con un sistema automático ahorrador de agua.