Las organizaciones sociales promueven el uso de transporte sustentable para elevar la calidad de vida en las ciudades
Desde hace dos décadas el país ha vivido una tendencia alarmante en el incremento del uso del automóvil, pues de los 11.2 millones de autos de los que se tenía registro en 1992, se pasó a 35 millones contabilizados en 2012, por lo que las organizaciones sociales luchan por impulsar políticas públicas efectivas a favor de la promoción de una movilidad sustentable.
Ante esto, las organizaciones civiles propusieron la creación de un Programa de Impulso a la Movilidad Urbana Sustentable (PMUS), sin embargo la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2015 ha omitido recursos para dicho programa.
De acuerdo con estimaciones del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP México, por sus siglas en inglés), de no modificar la tendencia de gasto registrada en las ciudades del país, casi el 90% de los recursos para proyectos de transporte y movilidad se destinarán para obras de ampliación y mantenimiento de la infraestructura vial (48,123 millones), y solo 6% a proyectos de transporte público (3,396 millones), 5% a obras de infraestructura peatonal (2,545 millones) y menos del 1% para infraestructura ciclista (189 millones de pesos).
Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del ITDP, comentó que es necesario modificar la tendencia presentada que favorece al uso del automóvil particular, pues esto tendrá efectos desastrosos para las ciudades en términos económicos, sociales y ambientales.
El ITDP sugiere también buscar una solución móvil capaz de optimizar el uso de los combustibles, así como acciones necesarias para garantizar la sustentabilidad de las ciudades, a través de una asignación de recursos para la implantación de sistemas integrados de transporte público, infraestructura para el transporte público no motorizado, desarrollo de ciudades compactas y con uso de suelo mixto, que permitan garantizar la accesibilidad y conectividad vial a través de otros modos, así como la reducción de distancia y el número de viajes en vehículos privados, permitiendo el ahorro energético.
Las organizaciones sociales afirmaron que de llevarse a cabo sus propuestas se tendrían ciudades competitivas con buena calidad del aire y salud, integralidad y ampliación de opciones de movilidad urbana sustentable.
