¿Qué tanto es tantito cuando se habla de planeación urbana y de la suma de cadenas productivas que tienen que ver con este proceso?
¿Qué tanto es tantito cuando se ponen parámetros al término largo plazo que en forma recurrente se toma como característica inevitablemente ligado al proceso de planear y guiar la transformación de cualquier ciudad?
Y es que en innumerables ocasiones se ha hablado de la necesidad de “planear nuestras ciudades en horizontes de largo plazo”, sin ver esto materializado en algo más que en el discurso…
Tema delicado, porque esto, además de traducirse en un consecuente deterioro urbano, es factor determinante en el asesinato del insumo fundamental para las inversiones inmobiliarias que definen la transformación de toda ciudad; la certidumbre.
¿Por qué cual largo plazo si en forma constante se lanzan nuevas políticas y regulaciones que reducen el “largo plazo” a lo que pueda pasar en los meses, e incluso semanas inmediatas?
Porque suena sensato pensar que el desarrollo inmobiliario implicaprocesos de amplio, muy amplio desarrollo… Son años los que implica el proceso de comprar suelo, obtener permisos, desarrollar proyectos y construir los desarrollos… Son años, por lo que resulta evidentemente absurdo pensar que no hay consecuencias si el proceso viene acompañado de cambios constantes en visión, políticas y regulaciones.
Cuando se habla de vivienda hay, o habría que entender que hay años de planeación, trabajo e inversión atrás de las obras que hoy se están construyendo.
Habría que entender que el modelo de vivienda que encontró el nuevo gobierno fue resultado de políticas públicas y regulaciones implementadas años atrás… habría que entender que esto implicaba obras en proceso y muy posiblemente reservas territoriales, muchas de ellas con todos los permisos en orden, que debieran desarrollarse en los próximos años.
Y sin embargo el cambión de visión, el anuncio de nuevas políticas en materia de vivienda y desarrollo urbano, la desaceleración de la economía, el cambio de reglas al modelo de subsidios, la iniciativa hacendaria y hasta los huracanes Ingrid y Manuel, asesinaron el concepto de largo plazo convirtiéndolo en apenas un asunto de días…
Y la pregunta es ¿cómo planear y ordenar un sector productivo cuando los cambios son constantes? ¿Cómo pretender mejorar las cosas al tiempo que se desestabiliza una cadena productiva?
