En cariñoso recuerdo de Luis Del Valle Cantú
Vamos a salir… De eso no podemos tener duda aún y cuando en este momento a todos nos urge saber cuándo…
Y asumiendo que eventualmente estaremos de regreso en calles, oficinas y obras en construcción, las preguntas importantes debieran ser dos; qué vamos a encontrar al salir y qué vamos a hacer en consecuencia.
Será importante saber con qué se come la tan mentada nueva realidad, pero lo fundamental será saber si podremos entenderla y sí tendremos la capacidad de hacer los ajustes necesarios para poder hacerle frente.
Ajustes que tienen que ver con la cotidianidad de una familia, pero también con políticas y decisiones de gobierno y respuestas ante ello por parte de sociedad e iniciativa privada.
Habrá que seguir haciendo casas y transformando nuestras ciudades. La pregunta es si la realidad que exhibió esta pandemia será el detonante que nos obligue a hacer los cambios que hagan posible hacer mejores casas y mejores ciudades.
No hay que dejar la mirada fija en la mesa o la computadora. Hay, por el contrario, que tomar tiempo para elevar la vista y definir nuevos objetivos. Objetivos ligados a la capacidad de construir futuro y de lograr que con cada casa y cada intervención urbana demos pasos en esa dirección.
Ojalá que esos pasos sean muchos y sean rápidos, porque eso permitiría pensar que las nuevas casas y ciudades tendrán como centro de atención a las personas, lo mismo quienes las habitan, que quienes tienen que ver con ellas en esas complejas redes de convivencia humana y eficiencia Urbana.
Lo que estamos viviendo debiera ser motivo para volvernos más humanos y entender que todo lo que hagamos tendría que ir encaminado a cumplir nuevas utopías. Utopías que vayan de la mano de los diferentes escenarios en que se definen sociedad, economía y naturaleza, y que tendría que implicar profundos lazos entre estas tres dimensiones de la naturaleza humana.
Quienes están en el sector inmobiliario tendrían que pensar en el futuro de su actividad como un factor decisivo en la construcción de calidades de vida, competitividad económica, protección del medio ambiente y eficiencia Urbana.
Cada nuevo ladrillo tendría que ser una buena noticia para la comunidad en que este sea colocado. Tendría que representar oportunidades de todo tipo y vínculos poderosísimos con el futuro.
La emergencia nos obliga a mirar las cosas con perspectiva. Porque no se trata solo de salir para intentar reactivar una economía que sabemos bien que vamos a encontrar golpeada. Se trata ante todo de entender que la prioridad será entender las necesidades de la gente, y que si bien muchas de estas se vieron agravadas por la pandemia, también toca reconocer que muchas otras representan problemas que hemos venido arrastrando y viendo incrementar durante muchos años.
Toca entender que debemos dar prioridad al combate a la pobreza y a crear condiciones que permitan reducir una inaceptable brecha de desigualdad que hoy nos tiene contra las cuerdas.
Toca empezar por levantar la mirada de lo cotidianos y buscar a lo lejos los nuevos retos que deberán marcarnos lo que tendremos que hacer.
CENTRO URBANO Y EL HERALDO
Iniciamos una nueva sección en el programa de radio ‘El Referente Informativo’, que conduce Javier Solórzano.
Se llama Balance Inmobiliario y es la primera entrega de la alianza entre El Heraldo de México y Centro Urbano.
Nos escuchamos todos los martes a las 5:00pm, por Heraldo Radio, 98.5FM para la Ciudad de México y 100.3FM para Guadalajara.
CENTRO URBANO TV
Cerramos la Cuarta Temporada de la única serie de televisión que habla de estos temas en la televisión mexicana: Vivienda y Ciudad, un programa de Centro Urbano, que tengo el privilegio de conducir.
Pero en tanto regresamos para la Quinta Temporada, los invito a tirarse un maratón con todos los capítulos de las primeras cuatro temporadas y a conocer todos nuestros contenidos digitales en https://centrourbano.com o en https://www.youtube.com/channel/UCzUVKxogV-3-ZZ40plp5W8g , el canal de YouTube de Centro Urbano.
