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El cuarto inhabitable, la vivienda inhabitable…

En la opinión de | Opinión |

Por: Amauri Pérez*

Como arquitecto es común que proyectemos viviendas en donde el cliente solicita “cuartos de servicio” en donde el trabajador domestico vive por varios días con la familia, dichos “cuartos” se convierten en una dentro de la vivienda, ya que es ahí donde el trabajador debe descansar, asearse y pernoctar pasando casi como desapercibido.

En la de los Trabajadore/as del Hogar (art 337) se establece de manera un tanto ambigua que, el patrón debe Proporcionar al trabajador un local cómodo e higiénico para dormir, una alimentación sana y satisfactoria y condiciones de trabajo que aseguren la vida y la salud, situación que dista muchas veces de la realidad.

Aparentemente, no existe en la normativa un mínimo de metros cuadrados (m²) que haga de un lugar “un local cómodo e higiénico”. No obstante, 6 m² suponen un área mínimamente satisfactoria para ubicar una cama, un área de circulación y un armario. Sin embargo, en base a la experiencia, existen espacios tan pequeños como de 3.8 m² para las empleadas del hogar en distintas casas de nuestro país. Y si uno revisa los planos de departamentos que ofrecen distintas inmobiliarias, la sorpresa resulta peor.

En la mayoría de los reglamentos de , se prohíbe proyectar un dormitorio si es que no ilumina natural y directamente desde el exterior, con ventanas del tamaño suficiente como para “garantizar un nivel de iluminación de acuerdo con el uso al que está destinado”. Tampoco están permitidos los dormitorios que no tengan al menos una ventana que permita la entrada de aire desde el exterior; sin embargo, es común encontrar habitaciones de servicio que no ventilan ni iluminan más que a través de sus puertas de vidrio usualmente colindantes con espacios de lavandería.

No se menciona en la normativa nacional el que los baños, sobre todo los de servicio, deban estar compuestos por un inodoro, una ducha y un lavabo; pero se entiende que un baño completo debe incluir los tres artefactos. En las zonas de servicio, muchas veces ocurre que el lavabo no se incluye en el baño de servicio, ya que se piensa, de manera ilógica, que con el caño de la lavandería uno/a se podría lavar las manos, los dientes y la cara.

¿Es aceptable ese cuartito de servicio? ¿Gobierno, sociedad y arquitectos estamos comprometidos con dignificar la vida de los trabajadores domésticos?

Lo cierto es que la idea sola del dormitorio de servicio es tan precaria como la situación de nuestra “moderna” sociedad mexicana.

 

* Director de proyectos de AP03/Laboratorio de Experimental 

 

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Redacción Centro Urbano


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