Ante el reciente fallecimiento de Gustavo Cerati, quien partió de este mundo tras cuatro años en coma, ya es noticia mundial, además que su muerte lo colocó en las tendencias de Twitter en los primeros tres lugares con #MasMuertoQueCerati, #HastaSiempreCerati, #GraciasTotales y me deja pensando en que la muerte te puede poner de moda, sin importar las circunstancias.
Pongo este ejemplo porque es el más fresco y verán muy pronto en Mixup que colocarán una zona especial para vender sus discos y nunca falta quien por curiosidad compre alguno o hasta salga pronto el libro con la biografía y los tributos; sin dejar atrás los especiales en la televisión.
¿Por qué será que cuando parte alguien se pone de moda?
Viéndolo de forma personal, siempre que fallece un ser querido vienen a ti toda clase de recuerdos y llega la nostalgia y tristeza. Creo que algo parecido ocurre con los fans de los artistas, quienes añoran el haber podido ver más sobre sus héroes.
Michael Jackson puede ser el ejemplo perfecto tras su muerte inesperada, ya que comenzaron a sacar libros, discos especiales y canciones inéditas; todavía hasta se seguían peleando la fortuna sus familiares.
El 11 de agosto también fue el turno de Robin Williams, actor que marcó época en el cine con películas como Jumanji, Papa por Siempre, Patch Adams, Flubber, El Club de los Poetas Muertos, entre otras que tocaron ir a ver al cine y que poco tiempo después, también se vendían los DVD’s como pan caliente en las tiendas y hasta Netflix las colocó en las preferencias de la gente.
Hasta todavía se recuerda a Steve Jobs, quien dejó varios proyectos inconclusos con Apple, compañía que ha dejado de sorprender al mundo con nuevos productos tras su partida. Ahora, los libros y una película hablan sobre su vida.
Hubo muertes más lamentables como la de John Lennon, quien fue asesinado a sangre fría por su ‘fan’ Mark David Chapman. Dolió ver partir a un ex beatle que tenía mucho por dar al mundo de la música y todavía se siguen recordando sus canciones, continúa siendo negocio para muchos.
Las muertes más emblemáticas y que nunca han pasado de moda en los Estados Unidos son las de Marilyn Monroe y Elvis Presley, las cuales están envueltas en misterio.
En México, casos como los de Jenni Rivera y Valentin Elizalde son de risa y creo que vendieron más tras su fallecimiento que en vida, pero otros como el de Frida Kahlo, Cantinflas o el mismísimo Rodolfo Guzmán “El Santo”, siguen generando ganancias por sus películas u obras.
