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La caja negra del predial

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Por Vera Sisniega.

Recientemente el Poder Legislativo Federal aprobó la nueva Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, a cuyo texto se incorporaron una serie de recomendaciones propuestas por especialistas en la materia. La nueva norma reconoce, entre otros, “el derecho a la ciudad, la accesibilidad universal, la movilidad urbana, los grupos vulnerables y la inclusión social.” 1

Sin embargo, los legisladores dejaron fuera un tema crucial para mejorar la rendición de cuentas y fortalecer a los ciudadanos y a sus comunidades: el destino del predial. La iniciativa que el senador Francisco Búrquez presentó como presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial ante el pleno del Senado establecía que la recaudación del predial se debería destinar preferentemente a infraestructura, equipamiento y servicios en las colonias donde se había generado.

A pesar de que se hacía una recomendación y no un mandato, los diputados, argumentando que el artículo 115 de la Constitución establece que los municipios administrarán libremente su hacienda, borraron del dictamen todo lo relacionado con el destino del predial. De 1 Paz Flores, Felipe (Octubre 11 , 2016). “La propuesta de Ley general de asentamientos humanos y las oportunidades perdidas”. Nexos, La brújula. El blog de la metrópoli.

Un plumazo, con una interpretación constitucional muy estrecha, se eliminó la oportunidad de aumentar la transparencia en un tema que hoy es una caja negra. Desde junio de este año, en el centro de investigación Morelos Rinde Cuentas solicitamos información sobre la recaudación y el destino del predial de dos municipios: Cuernavaca y Jiutepec. En total hemos presentado 75 solicitudes; en 65 ocasiones la información nos ha sido negada. Uno de los objetivos de la investigación es, justamente, conocer el monto de la recaudación por colonia.

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Al inicio del proyecto, le expusimos a un funcionario del ayuntamiento de Cuernavaca el objetivo de nuestra iniciativa y abiertamente nos dijo que no nos podía decir cuál era el monto de lo recaudado por colonia ya que a los políticos vinculados con ciertas zonas les afectaría que se supiera que no pagan dicho impuesto. Este es un ejemplo claro del funcionamiento del predial en los municipios, hay poderes fácticos y élites locales que no lo pagan y, si lo hacen, es mucho menos de lo que les corresponde. Por eso, algo tan sencillo como saber cuánto predial se recauda por zona resulta una odisea.

Esta falta de transparencia y equidad en el pago del predial tiene afectaciones más allá de las financieras. Por un lado, genera una sensación de injusticia que debilita la cohesión social y, por
el otro, elimina su aspecto pedagógico.

Pocos impuestos tienen un potencial pedagógico tan sólido como el gravamen sobre los bienes raíces. Es a través de este impuesto que los habitantes pueden ver de cerca la relación entre pago y desarrollo. En cambio, si no hay rendición de cuentas sobre el destino del predial sucede lo contrario: los ciudadanos aprenden que pagar impuestos no genera ningún beneficio.

Por eso, una de las ventajas que tendría usar lo recaudado, o al menos una parte, en la misma colonia donde se generó es su efecto pedagógico. Los habitantes podrían ver el impacto de esta contribución en su propio entorno. Además, si en las colonias se supiera con cuánto contribuyeron se fortalecería la corresponsabilidad social y los mismos vecinos presionarían a los morosos para pagar.

Adicionalmente, invertir parte del predial en los barrios donde se recauda fortalece a las comunidades y ayuda a su organización. Contar con un presupuesto etiquetado para la colonia permite que los habitantes tengan proyectos en común y aprendan a trabajar en equipo. Es el principio de los presupuestos participativos.

Esto además ayudaría a generar la legitimidad necesaria para un incremento exitoso de impuestos. Hoy es casi imposible para una autoridad municipal elevar las contribuciones pues, en cuanto se propone aumentarlas, los vecinos se movilizan y con razón puesto que la autoridad no rinde cuentas sobre el dinero que recauda.

Desde la óptica de la administración pública municipal, etiquetar el predial ayudaría a generar orden financiero. Actualmente en la mayoría de los municipios no saben cuánto les cuestan las cosas ni especifican en su presupuesto anual gastos importantes, por ejemplo, las cantidades destinadas a cada uno de los parques, mercados y plazas públicas. Todo se maneja en bolsas globales que facilitan, entre otras cosas, la contratación de más empleados de los necesarios o que el dinero se desperdicie en cosas superfluas como publicidad oficial.

Esto justamente sucedió en Cuernavaca en 2014 con los ingresos del predial. En una de las pocas solicitudes de información que sí nos respondió la autoridad señaló:“…le informo que los recursos recaudados en el rubro de ingresos propios del ejercicio fiscal 2014, dentro de los cuales se encuentra el concepto de ingreso denominado impuesto predial, al no estar etiquetados, fue destinado a diversas cuentas bancarias con las que se sufragaron gastos de operación del Ayuntamiento de Cuernavaca.” 2

Las políticas de desarrollo urbano también se beneficiarían con la difusión de la recaudación por colonia. En las ciudades hay zonas amplias que tienen prohibida la instalación de comercios pues son exclusivamente residenciales y, además, tienen muy baja densidad poblacional.ley-tres

Sin embargo, no sabemos si estas zonas, donde por lo general hay buena infraestructura y servicios públicos, le compensan a la ciudad la ausencia de actividad económica y la construcción de nuevas viviendas con el pago del predial. Poner este tema sobre la mesa, no solo ayudaría a la reflexión colectiva sobre la responsabilidad de pagar impuestos sino que además serviría para promover dos prioridades de la política del desarrollo urbano contenida en la nueva ley: los usos mixtos del suelo y la densificación de las zonas centrales de las ciudades.

La aprobación de la ley en sus términos originales no garantizaba ni que el predial se utilizara en las colonias donde se generó ni que los municipios transparentaran la recaudación por zona, pues solo era una recomendación. Sin embargo, a quienes en el ámbito local buscamos transparentar esos recursos y aumentar la incidencia ciudadana en las decisiones sobre el destino del dinero público, nos hubiera dado un buen espaldarazo. Ni modo, continuaremos con nuestra odisea para abrir la caja negra del predial.

2 Solicitud de información folio 458, fecha de respuesta: 8 de agosto.

Vera Sisniega es Licenciada en Historia por la UNAM, ex regidora del Ayuntamiento de Cuernavaca, columnista semanal en Diario de Morelos y actual co-directora del centro de investigación Morelos Rinde Cuentas.

@VeraSisniega

 

 

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