Arturo Sánchez, presidente del Consejo de Administración, destaca el reto que, tras una época de crisis, tienen de ser una empresa que se adecue al nuevo modelo
Después de un proceso para reestructurarse tras la compleja etapa que vivió durante tres años, Sare, una de las pocas vivienderas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), recobra su salud financiera y regresa a la acción en el mercado con 14 proyectos en puerta, cambios de directivos y el apoyo de dos instituciones bancarias, según platica en entrevista, el presidente del Consejo de Administración, Arturo Sánchez Carbajal.
“Lo importante es saber que vivimos una etapa muy complicada durante tres años, en el 2012 Sare es la primera empresa que anuncia una reestructura financiera, en aquel entonces sumamente cuestionada porque las otras empresas aparentaban estar sólidas, con crecimientos todavía de dos dígitos”, explica.
De ahí, la empresa optó por tomar una responsabilidad y estrategia distinta; además de que afirman que siempre tuvieron una estrategia clara de negocio, pues nunca vieron el concurso mercantil como una salida y afrontaron a los acreedores bancarios con quienes platicaron en busca de una reestructura.
“Fuimos generando planes de amortización acelerada, vendimos activos estratégicos de la compañía, tuvimos que deshacernos de algunos terrenos y proyectos dentro de la República Mexicana que era lo que nos daba a nosotros la capacidad de ir amortizando deuda, desapalancando a Sare y al mismo tiempo flujo para poder sobrevivir, fueron tres años durísimos, muy complicados, pero los terminamos con mucho éxito el último trimestre de 2014, cuando logramos cerrar una capitalización de mil 500 millones de pesos para Sare”.
Arturo Sánchez describió que el peor momento de Sare fue la falta de liquidez en donde la acción deja de ser importante, pues lo único que interesa es salvaguardar el mayor capital que se pueda para salir bien de un proceso de liquidación.
No obstante, en el caso de Sare “siempre hemos sido muy responsables, nunca dejamos de cotizar en el mercado de valores, nunca dejamos de reportar trimestralmente, sesionamos siempre en Consejo de Administración, y seguiremos manejando a la empresa de manera responsable de cara a la gran responsabilidad que tenemos de ser una empresa que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores”, enfatiza.
Panorama favorable
Actualmente Sare es una empresa con un apalancamiento muy bajo, su deuda neta es de menos de 100 millones de pesos, y trabajan en 14 proyectos en cuatro regiones del país, la zona Sureste, el Bajío (Guanajuato, Querétaro y analizan Aguascalientes), la región de Puebla y la zona metropolitana (Distrito Federal y Estado de México), en esta última es donde siempre ha tenido una presencia sólida.
“Yo veo un Sare enfocado más hacia la zona centro del país, creo firmemente en la nueva política pública de vivienda vertical, creemos que somos una empresa con un valor y un expertis importante en la vivienda vertical, y es hacia donde vamos a ir llevando a Sare, de manera paulatina y ordenada”, expone el Directivo.
Para seleccionar dichos proyectos, separaron los estratégicos y no estratégicos, de los cuales quedaron 20 y de ahí eligieron 14 de ellos para los que había que actualizar prototipos y licencias, entre otras cuestiones. Se prevé que estén al 100 por ciento reactivados antes de finalizar marzo.
“Estamos arrancando con vivienda de hasta millón y medio de pesos, tenemos vivienda económica de 280 mil a 300 mil en algunas partes del país, pero yo diría que la media y nuestro valor promedio va a estar en el orden los 500 mil a 600 mil pesos”, comenta.
Arturo Sánchez recuerda que cuentan con 42 años de experiencia acumulada. “Creo que este regreso lo hemos llevado sin prisa, pero sin pausa, es decir, queremos ser muy cautos en el regreso, muy cuidadosos de que no falle la gestión, de que todos los servicios estén completos en cada uno de los desarrollos, y eso nos ha llevado un poquito más de tiempo”.
Apoyo bancario
Para poner en marcha dichos proyectos, Sare avanzó en la parte de la gestión aunado al apoyo que han encontrado en gobiernos estatales, municipales y principalmente de los bancos.
“Yo diría que el gran mérito y éxito de Sare no nada más fue habernos fortalecido financieramente, sino que tenemos bancos que están respaldando la operación… me parece que con eso, la compañía concluye con mucho éxito su proceso de reestructura financiera para meterse de lleno a su proceso de reestructura operativa”, indica.
En específico, Arturo Sánchez nombró a HSBC y Banamex, con el primero de ellos, el pasado 5 de marzo se anunció ya la reestructura por créditos contratados de un monto de 494 millones de pesos, y se prevé que con el segundo se realice en los próximos días. Estas acciones darán a Sare la liquidez suficiente para asegurar el flujo de efectivo y así terminar los 14 proyectos contemplados prescindiendo de los recursos de caja.
“Los mismos bancos también deben estar muy enfocados a que el financiamiento siempre esté ligado a un proyecto, porque nos desviamos completamente de uno y otro lado y acabamos en lo que hoy todo mundo conoce que fue una crisis durísima”, reconoce.
Transición de la empresa
El Presidente del Consejo de Administración asegura que Sare no nada más se capitaliza, sino que se institucionaliza, por ello, a finales de febrero el Consejo nombró a Juan Carlos Díaz Arelle y a Jorge Mariano Espinosa de los Reyes Dávila, como director general y director de Finanzas, respectivamente, los cuales forman parte de un grupo independiente de la familia Sánchez.
“Estamos justamente elaborando ya con la nueva administración, el plan de negocios a 60 meses, estoy convencido que va a ser un plan de negocios que la gente va a entender, madurar y creer; hoy un plan de negocios tiene que ser creíble, que tenga sustentos, que tenga fundamentales, que tenga los recursos a la vista de que se puede llevar a cabo este plan”, considera.
El Directivo se dijo convencido de que los resultados de Sare en los últimos meses, trimestres y años van a darle un valor a la acción que llevará a aquella gente que ha creído en el proyecto a recuperar parte de lo perdido.
“En eso estamos enfocados y trabajando día a día, yo lo que diría a los accionistas de Sare es que tengan paciencia, lo más difícil ya pasó, y ahora lo que viene es este ‘regreso a clases’, donde vamos ir sacando notas mes con mes”, añade.
Respecto al nuevo modelo de vivienda en el país, Arturo Sánchez relata que se erigieron en un modelo de negocios de una viviendera no como el actual o como el que la modernidad demanda, sino de un nuevo modelo de viviendera mexicana.
“Ese modelo de miles de empleados, de grandes constructoras, de presencia en toda la República donde era un crecimiento cualitativo no cuantitativo me parece que es un modelo agotado, y uno de los grandes retos de Sare ahora que vamos a presentar nuestro business plan para los próximos 60 meses, es que la gente entienda que lo que vamos a construir es el nuevo modelo de viviendera mexicana, una empresa obviamente enfocada a la sustentabilidad”, finaliza.