El candidato por la coalición ‘Todos por México’, indica que el desarrollo inmobiliario debe ser ordenado y debe permitir mejores espacios de concentración de vivienda, de armonía, de comunicación y de transporte publico masivo
En México existen 30 millones de viviendas, y para 2050 se requerirán 12 millones más, mismas que se ven acompañadas de un reto muy importante: hacer que éstas sean armónicas con el medio ambiente y lograr que los desarrollos mejoren la calidad de vida de quienes los visitan y los habitan.
Así es como José Antonio Meade, candidato a la presidencia de México por la coalición ‘Todos por México’, presentó su estrategia en materia de desarrollo urbano vivienda, en donde destaca que se debe generar patrimonio familiar que se traduzca en quienes lícitamente acceden al desarrollo inmobiliario.
«Queremos que ese patrimonio familiar permita mejores espacios de concentración de vivienda, de armonía, de comunicación y de transporte publico masivo».
En ese sentido, el candidato señala que en los últimos tres años el desarrollo inmobiliario creció al doble de lo que crece el PIB; además, éste detona el desarrollo de más de 40 industrias, desde el hierro, el acerco, el cemento, la madera y el aluminio.
Por su parte, José Luis Romero Hicks, quien se encargaría de llevar la agenda de vivienda y desarrollo urbano de José Antonio Meade, explicó que el reto más importante en la agenda de desarrollo urbano y vivienda es poder contar con estabilidad económica y un manejo responsable de las finanzas públicas, para así poder dar vivienda a las familias.
En ese sentido, dijo que se debe reconocer al sector vivienda como uno de los más importantes, “no solo como política social, sino también que se ha convertido en un importante instrumento de política económica”, por la generación de empleos y demanda real respaldada por el poder adquisitivo de los demandantes de vivienda.
Por tal motivo, dijo que para lograr un ordenamiento territorial, México necesita ciudades competitivas y compactas, por lo que es imprescindible una traza urbana que pueda guiar el desarrollo urbano al interior de las ciudades. “Lo que hace competitivo al país es la misma competitividad de sus ciudades; debemos entenderla como un lugar donde hay capacidad para atraer y retener capital humano e inversiones”.
“El desarrollo patrimonial no depende de un solo factor, en nuestra campaña estamos preocupados por tres brechas: por la brecha norte-sur, el nivel de desarrollo entre las entidades federativas del norte de México en comparación con las del sur, donde a juzgar por el ingreso per cápita es más en el norte; la segunda brecha es la de género, y la tercera es la brecha entre los que ganan mucho y los que ganan poco”.