Se realizó acorde con convenios internacionales, como el Programa ONU-Habitat III
Roberto Russildi, secretario de Desarrollo Sustentable de Nuevo León, presentó a la oficialía de partes del Congreso local una iniciativa de Ley de Desarrollo Urbano. Propuesta que es resultado del trabajo entre distintos actores y que tiene el objetivo de brindar mejores condiciones de vida, aseguró.
“Asumimos el rol rector de la planeación y ordenamiento territorial de Nuevo León. La propuesta es resultado del trabajo en conjunto con los múltiples actores involucrados en el diseño de la ciudad, apostándole a conseguir una gestión metropolitana efectiva y a generar las más altas condiciones de calidad de vida para la zona metropolitana de Monterrey y para Nuevo León”.
Relató que el proceso de esta iniciativa inició hace un año, con un responsable del seguimiento, con la inversión de 1,560 horas, acompañadas por el trabajo de expertos con más de 20 años de experiencia y técnicos de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano.
Además, para su redacción se tuvieron 47 reuniones de trabajo con representantes del Colegio de Arquitectos, la Sociedad de Urbanismo y la Cámara de la Industria de la Construcción, así como con representantes de áreas de desarrollo urbano de los municipios metropolitanos y del Congreso estatal.
“La iniciativa de ley fue hecha de forma coherente y congruente con los convenios internacionales, como el Programa ONU-Habitat III para crear ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para que sean productivas y contribuyan a la generación de empleos e igualdad de oportunidades”, agregó.
En la iniciativa se da prioridad al desarrollo en todo el estado, con un ordenamiento territorial equitativo que ofrece servicios y equipamiento, en el que el punto de partida son las necesidades y potencial de cada zona, así como la restricción de construcción en pendientes de 45 grados.
También integra la facultad de los municipios para definir la obligatoriedad de cajones de estacionamiento en nuevas construcciones, a excepción de las oficinas de gobierno, industrias y los lugares para discapacitados, los cuales se mantienen como obligatorios.
En el tema de densificación, el proyecto propone limitar la densidad a 200 viviendas por hectárea en la zona urbanizable y señala que la redensificación se condicionará a su previsión en los planes de desarrollo urbano y en zonas estratégicas que cumplan con los requisitos necesarios.
«A través de esta ley, le damos las facultades al municipio para que a través de sus programas determiné cuáles son las zonas en las que ellos consideran que se debe de permitir el incremento en la densificación y en cuales lugares no se deben de permitir», explicó Russildi.
En cuanto al uso de suelo, se mantiene la clasificación permitida y compatible, en donde se permiten los usos mixtos siempre y cuando no atenten contra la salud, seguridad e integridad de las personas.
Finalmente, el funcionario estatal consideró que el acercamiento de todos los actores involucrados en el proceso asegurará que la iniciativa presentada guíe la discusión final y le permita a Nuevo León iniciar a operar bajo un nuevo modelo urbano, que le dará orden a la ciudad y a los asentamientos humanos.
