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Crean concreto que se auto repara

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El Bioconcreto ofrece una mejora de la vida útil del concreto y construcciones más rentables

 

El concreto es el material de construcción más utilizado en el mundo, está formado esencialmente por un aglomerante al que se añade partículas o fragmentos de un agregado, agua y aditivos específicos.

 

Debido a ser propenso a las grietas, la Universidad Tecnológica de Delf, trabaja en un cemento experimental que es mezclado con una bacteria, una simbiosis, que ayuda a la reparación de las fisuras propias del concreto.

 

Eric Schlangen, y el micro biólogo Henk Jonkers, son los expertos a cargo de este experimento, e indican que las grietas son una parte del proceso de endurecimiento y no causan directamente la pérdida de fuerza.

 

La nueva mezcla de concreto utiliza microfibras en el lugar de bits más gruesos de arena y grava que se utiliza en el cemento tradicional, las fibras permiten que el compuesto final se doble con una fracturación mínimo y si se produce la fractura, las grietas tienden a ser menos de 50 micras de ancho.

 

Cuando se forman estas pequeñas grietas, el concreto fragruado absorbe la humedad del aire, al hacer esto, el concreto en la grieta se vuelve más suave y, finalmente, crece hasta que la grieta se rellena. Al mismo tiempo, los iones de calcio dentro de la grieta absorben la humedad junto con el dióxido de carbono del aire. Esta reacción forma un material de carbonato de calcio que similar al material que se encuentra en las conchas marinas, su solidificación renueva la resistencia del concreto agrietado.

 

El principal reto es garantizar que el agente de curación sea lo suficientemente resistente para sobrevivir el proceso de mezcla. El concreto puesto a prueba tendrá que ser supervisado durante un mínimo de dos años para ver cómo se comporta en el ambiente del mundo real.

 

Con esta transformación se espera una mejora considerable de la vida útil del concreto, lo que brindaría ahorro en los costes y las construcciones se volverían más rentables.

 

Otros de los desafíos que permitirá resolver éste nuevo tipo de material son los deterioros de las estructuras del concreto; la contaminación y el uso de recursos en la fabricación del concreto tradicional y el consumo de energía en la producción tradicional del concreto.

 

Actualmente trabajan en rebajar los costes de producción y esperan tener un sistema mejorado dentro de seis meses; se prevé que en un lapso de dos a tres años podría comenzar a comercializarse.

 

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Hanae Pacheco


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