El desarrollo sustentable debe garantizar las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras: Mario Molina
Durante el evento de Cumbre Infonavit 2016, Financiamiento a la Vivienda, Mario Molina, premio Nobel de Química, impartió la ponencia Ciudades Mexicanas, retos de sustentabilidad.
En ella recordó que las ciudades son las principales fuentes económicas de los países, y que durante las próximas décadas se espera que la mitad de la población mundial se localice en ellas. En México 8 de cada 10 habitantes se encuentran en ciudad, y generan el 90% de la producción nacional.
Uno de los temas en los que se centró fue el proceso de urbanización, el cual deben considerar diversos aspectos para realizarse positivamente, uno de ellos es la movilidad. Informó que sólo 50% de la población de bajos recursos vive cerca de alguna ruta de transporte público.
Indicó que, tanto para agilizar el traslado por la ciudad como para disminuir las repercusiones negativas en el aire, es necesario que existan restricciones al uso del automóvil y la implementación de transporte público de calidad.
Aseguró que la calidad del aire es un problema de salud pública al que se le debe prestar especial atención. Indicó que él participa en investigaciones sobre la química de la atmósfera, no la política para resolver los problemas.
Comentó que en la Ciudad de México se ha trabajado con los distintos niveles de gobierno donde se crearon programas como Proaire y la Comisión Ambiental de la Megalópolis, gracias a lo que se lograron bajar los niveles de ozono, pero indicó que en próximos años podría volver a subir si no se toman las medidas necesarias.
Hizo hincapié en la importancia de diseñar las ciudades para que sean más habitables y la importancia de contar con áreas verdes, pues mejoran la calidad de vida, filtran el agua al subsuelo, regulan el clima citadino, conservan la biodiversidad urbana, absorben contaminantes atmosféricos y actúan como barreras contra el ruido, además de mejorar la estética del lugar y elevar el valor de las propiedades adyacentes hasta 15%.
En la Ciudad de México aproximadamente el 20% del suelo está ocupado por áreas verdes, el promedio nacional de éstas áreas debería ser de dos metros cuadrados por habitante.
Explicó que las emisiones de gases de efecto invernadero derivan del uso de energía, en especial las que provienen del uso de combustibles fósiles, las cuales afectan gravemente al medio ambiente, por ello una de las metas en la ciudad es el uso eficiente de la energía.
El consumo energético del sector residencial consume 15% de la energía del país, las gasolinas el 30%; los habitantes de viviendas en zonas intraurbanas emiten 35% menos gases de efecto invernadero, mientras que casi una cuarta parte de los usuarios de vivienda de interés social gasta más del 20% de su ingreso exclusivamente en transporte.
Es necesario crear un desarrollo urbano sustentable, así como planear el crecimiento inteligente de las ciudades, lo cual disminuiría los problemas y ahorraría recursos económicos. “Lo que deberíamos de hacer, y no lo hemos hecho con suficiente fuerza, es tener planes para ver en qué medida las ciudades se deben extender verticalmente u horizontalmente”, dijo Mario Molina.
Mencionó que en su centro de estudios se han creado algunos programas en materia de sustentabilidad urbana, donde crean instrumentos para poder tener una expansión urbana más racional, sistema de información y herramientas para mejorar la localización de la vivienda.
Uno de esos proyectos fue Sociedad, vivienda y entorno sustentable, el cual se realizó con diversas instituciones del gobierno y constructores de vivienda, donde se pusieron de acuerdo respecto a cómo debía funcionar la construcción de vivienda, pues estas se construían en lugares lejanos y buscan cambiar esa situación.
En cuanto al Indice de sustentabilidad de la vivienda, es un proyecto de programas de financiamiento eficiente, con la sociedad Hipotecaria Fderal e Infonavit, cuyo objetivo también es contar con un plan racional de las viviendas.
“El desarrollo sustentable debe garantizar las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras” aseguró que la responsabilidad que se tiene en este momento para preservar el medio ambiente para las futuras generaciones es grande.
Respecto al problema del cambio climático indicó que “las ciudades contribuyen al problema global, ya que estamos cambiando la composición química de la atmósfera de todo el planeta”, explicó que una parte del bióxido de carbono, resultado de la combustión de los combustibles fósiles, se absorbe y se disuelve, pero lo demás permanece durante siglos en el medio ambiente, por lo que no importa en qué parte del mundo se produzcan, afecta globalmente.
Finalmente, indicó que el clima es un sistema complejo, no se predecir por completo lo que pasará en el futuro, especialmente si no se toman las medidas necesarias, por lo que existen preocupaciones de que la temperatura del planeta siga aumentando, lo que implicaría que a finales de siglo existan zonas inhabitables en el planeta, hambruna y guerras.
