Por Carlos López Jones*
La aprobación de la Reforma Política de la Ciudad de México era una gran oportunidad para hacer cambios de fondo y mejorar la administración de esta caótica urbe, y que la misma sea la punta de lanza para un país cuya población mayoritariamente hoy ya vive en diferentes ciudades del país y cuyo porcentaje avanzará por encima de 90 por ciento en los próximos años
La Ciudad de México es la única entidad federativa del país donde la mayor parte de su territorio y habitantes tienen actividades urbanas en una ciudad que se caracteriza como casi todas las de América Latina por un gran desorden en su crecimiento, por lo que requiere un ordenamiento jurídico muy diferente al resto de los Estados del país donde convive el campo y la ciudad.
México, como país, debe aprovechar esta oportunidad para que la Ciudad de México modifique sus límites actuales. Deben tener los mismos derechos, obligaciones y responsabilidades quienes viven en Ecatepec o en San Ángel, al igual que quien vive en Satélite o en La Condesa.
Todos los habitantes de esta ciudad, sin importar si viven en Las Lomas o en Chalco, merecen servicios de la misma calidad como policía, drenaje, abasto de agua, energía limpia y sustentable, transporte público, etc. La Constitución Política es la oportunidad única que no se ha dado en 200 años para impulsar la calidad de vida de todos los que aquí vivimos, y debiera ser al mismo tiempo, la directriz para marcar el desarrollo urbano de las ciudades del futuro de nuestro país.
Es el momento ideal para poner un límite territorial a la misma. Como sucede en muchas ciudades de Europa. Poner cinturones verdes, para que no haya forma de crear nuevos asentamientos urbanos más allá de los límites establecidos y que por Ley, el Jefe de Gobierno, o como se le quiera llamar, esté obligado a derrumbar cualquier obra que contravenga dicha disposición.
Al poner límites, habrá mayor presupuesto para mejoras y la eficiencia de los servicios públicos, será el objetivo diario.
Perspectivas:
La Ciudad de México merece una Constitución muy diferente al resto de las entidades del país, porque es la única, cuyo territorio es esencialmente urbano.
*Editor en Jefe de www.tendencias.com.mx
@Carloslopezjone
