Tianguis en los transbordos, moda hipster y lo mejor de ser un ratón de laboratorio en un solo lugar
Since 1969. La idea de construir un sistema de transporte más efectivo en una ciudad de cuatro millones de habitantes se materializó el 4 de septiembre de 1969, cuando el recorrido de la estación Zaragoza a Chapultepec, de la actual línea 1 del Metro, se hizo posible. La gente estaba realmente emocionada por el nuevo Metro, un transporte limpio, rápido y seguro.
Hoy, a 45 años de aquel viaje inicial, el Metro cuenta con 12 líneas, (o mejor dicho, 11 líneas y media) y diariamente transporta al mismo número de habitantes que la ciudad tenía cuando se inauguró, pero de rápido, limpio y seguro, ya no le queda mucho.
Pero bueno, no todo son malas noticias. Es cierto que la línea 12, la “joya de la corona” de Don Marcelo resultó en un inminente fracaso y en la ventilación de miles de fraudes, y que para ser precisos… ya no sirve, pero hay mil y un novedades más en las líneas viejitas, ¿Qué de qué hablo?…
Cero vagoneros
Si te das una vuelta por la línea 4, que corre de Martín Carrera a Santa Anita, te darás cuenta de que el número de vendedores ambulantes, mejor conocidos como vagoneros, sí disminuyó. ¿Pero por qué, a dónde se fueron? No, no se cambiaron de línea o consiguieron un trabajo formal. A todos ellos los encontrarás en el tianguis que se pone diariamente en el transbordo entre las líneas 4 y 8 de la estación Santa Anita. Sí, leíste bien UN TIANGUIS. En el que podrás encontrar desde los ya clásicos “Dorilocos” y la botanita “pa´l viaje”, hasta pasteles, donas y TENIS de paca.
La experiencia de ser un ratón de laboratorio por unos minutos
¿Te has dado cuenta de que usualmente en los laboratorios donde llevan a cabo experimentos con ratones, los tienen a todos ellos en una caja todos amontonados? Pues bienvenido a tu nuevo parque de diversiones “Sistema de Transporte Colectivo, Metro” donde de 6:00 a 9:30 horas, y de 18:00 a 20:00 horas, podrás vivir en carne propia la experiencia de permanecer amontonado durante tu viaje como uno de estos simpáticos ratones, y experimentar lo que los espartanos en la guerra al intentar salir del vagón.
Moda Hipster entre los bocineros
No hay que dejar de lado que la experiencia de viajar en Metro también incluye a nuestros amigos bocineros, que año con año se han dado cuenta de que lo mejor es el reciclaje y la onda hipster. ¿Qué por qué? Recuerdo que cuando era pequeña también había personas que subían a vender discos con 12 canciones de lo mejor de Juan Gabriel por solo 10 pesos, pero ellos tenían una bocina pequeña que parecía una mochila, que no pesaba más de 2 kilos, que estaba conectada a los recién lanzados Walkman.
Con los años, los bocineros se dieron cuenta de que no era necesario gastar tanto en una bocina discreta, y que ellos, con las bocinas de su minicomponente y la batería de un carro, podían hacer una. El resultado: bocinas del tamaño de un niño de 8 años, de más de 5 kilos de peso, pero eso sí, con toda la diversión del sonidero por solo 5 pesos el viaje.
Estoy segura de que existen mil cosas más escondidas en el resto de las líneas, en los pasillos y escaleras del Metro, así que ve el lado bueno de la vida y disfruta una de las experiencias más traumáticas de tu vida. Eso si no te hacen caminar por las vías porque tu tren se quedó varado o que te desalojen porque hay un incendio. Al fin y al cabo, el Metro ya es parte del Folklor mexicano.
