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Vivienda productiva, una necesidad actual

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La mentalidad, legislaciones y normatividad de las ciudades y municipios, son los principales obstáculos para este esquema

Durante años se ha visto que en algunos barrios de la ciudad, los satisfactores como misceláneas, papelerías, mercados o parques comienzan a desarrollarse relativamente cerca de los centros de estudio y las viviendas de los pobladores, inclusive siendo parte de ellas, sin embargo actualmente se da mayor prioridad a la casa habitación, dejando de lado este concepto de vivienda productiva.

Luis Zamorano, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad del CTS Embarq México, habla de las transformaciones que se han dado a lo largo de los años, en las cuales todos los esquemas se han dejado atrás para crear, en las periferias de la ciudad de México, ciudades dormitorio, “la mezcla de uso de suelo siempre llega, todos tenemos necesidades de abasto, de recreación y consumo, las cosas se van dando, esas ciudades dormitorio probablemente al principio eran todas vivienda, pero a partir de ese momento inician un proceso paulatino de modificación”, señala.

Zamorano explica también que la necesidad de mejorar la condición de vida de las familias es uno de los principales detonantes de este tipo de modificaciones en las viviendas, sin embargo asegura que, al hacerse de forma ilegal, muchas veces se sacrifican espacios importantes, “Muchas veces, si decides que el patio de enfrente lo vas a convertir en un local comercial, sacrificas calidad de vida”, comenta y sugiere que lo ideal es que se debería de pensar en la construcción de las viviendas con un esquema productivo, que desde el principio estuviera dedicado al comercio.

 

El esquema de una ciudad moderna

Se habla también de un reordenamiento de las ciudades, pues en la actualidad mexicana, solo se encuentran este tipo de esquemas en los barrios más antiguos, o que ya tienen un proceso de consolidación importante, como los barrios céntricos o en algunos que hace varios años eran periféricos y que han logrado transformarse mediante la transformación de la vivienda común, a la vivienda productiva.

Para Zamorano uno de los ejemplos más importantes de este tipo de modificaciones a la vivienda es Ciudad Nezahualcóyotl, que pasó de ser un barrio creado como un asentamiento irregular fundamentalmente dedicado a la vivienda, a una ciudad en sí misma, “Ahora tú encuentras la mayoría de los satisfactores a un radio caminable, pero todo esto tiene un costo social que hay que pagar en el proceso de 10, 20 o 30 años de evolución, es muy difícil, es mucho mejor si desde el principio prevemos que los usos de suelo deben ser mixtos”, declara.

 

Las regulaciones, el principal obstáculo

El director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad refiere que uno de los principales obstáculos con los que se topan al promover el uso mixto de suelos, es la normatividad municipal, que obliga a que las construcciones sean comerciales y de servicios, o de vivienda, “Esa es una pelea que tenemos que dar en todos los estados y municipios, para promover las ventajas y virtudes de este tipo de vivienda”, dice.

Pero no se limita a las regulaciones, sino también a que organismos como el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), no cuentan con las posibilidades de financiar una vivienda que tenga un local comercial en el interior, “Sí puede financiar conjuntos que tengan la vivienda por un lado y un centro de barrio por otro, así que también se tendrían que hacer modificaciones a los términos de regulación de las instituciones federales que subsidian o financian la vivienda”.

Luis Zamorano tiene la firme convicción de que este nuevo esquema de vivienda puede ser desarrollado de una manera mucho más ordenada, con ventajas para todos, desde las familias, que tendrían una actividad comercial ahí; para el desarrollador que podría vender la vivienda productiva a un mayor costo que la convencional, e incluso para el Infonavit, pues es mayor la certeza de que el crédito sí se va a pagar.

Además resalta la necesidad, no solo de cambiar el programa de desarrollo urbano, las leyes estatales y los reglamentos municipales, sino también la mentalidad de los ciudadanos, “De pronto estamos convencidos de que la sofisticación es lo mejor y que la mezcla de uso de suelos nos va a generar molestias, pero no es así, siempre tuvimos esta mezcla. Como ciudadanos y comunidad, hay que replantearnos cómo se pueden reordenar las ciudades, cómo esta mezcla nos favorece a todos y cómo esto también implica que seamos más respetuosos y más tolerantes”, finalizó.

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Sofia Osorio

Egresada de la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Comunicación y Periodismo. Loca y feliz. Suele reírse de todo, dormir en el transporte público y terminar corriendo para llegar a cualquier lugar. Cantante de regadera, bailarina frustrada y chiva de corazón, apasionada por lo que hay que hacer. Enojona, gritona y medio amable con la gente. Su primera oportunidad laboral la tuvo como becaria en la revista Klika y fungió como community manager en Grupo Radio Centro. Actualmente explora nuevos campos del periodismo en Centro Urbano.


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